El secretario General de UGT, Pepe Álvarez, ha afirmado en RTVE y Canal Extremadura Radio la necesidad de impulsar ya la derogación de la reforma laboral, un aumento de los salarios para que en 2022 tengamos ya los 1.000 euros de SMI y un acuerdo para asegurar la sostenibilidad de las pensiones

De esta forma, ha manifestado que las negociaciones para la aprobación de la reforma laboral “van a buen ritmo y podemos decir cuáles son las posiciones de cada parte. Además, el Gobierno tiene un compromiso con Bruselas para aprobarla antes de final de año”.

Pepe Álvarez ha realizado estas declaraciones durante sus entrevistas en “La Hora de la 1” de RTVE y en “A Primera Hora” de Canal Extremadura Radio, donde ha recordado que Pedro Sánchez se ha comprometido este fin de semana a derogar la reforma laboral del PP de 2012 “porque los sindicatos se lo pedimos en la inauguración de su 40º Congreso”. 

En este sentido, ha señalado que “los empresarios saben que es más fructífera una reforma con acuerdo, aunque no sea de su agrado, que sin él. Y saben que los sindicatos no firmaremos nada que vaya contra el empleo y la viabilidad de las empresas”.

Para el secretario General de UGT, la cuestión más importante es “acabar con el abuso de la temporalidad y la precariedad que existe en nuestro país. Además, en los temas de contratación, no solo debe haber una derogación, sino introducir nuevos elementos para acabar con esta precariedad. La legislación no se cumple y la Inspección está mermada para hacerla cumplir. La propuesta del 15% como máximo de temporalidad por empresa va en buena línea pero es insuficiente y es poco ambiciosa. Hay que cambiar la cultura en los centros de trabajo, y para ello necesitamos medidas de choque contundentes. UGT no firmará un acuerdo que no tenga la garantía de que, en un periodo de tiempo breve, se asegure la estabilidad en el mercado de trabajo”. 

Además, ha reclamado un aumento de la formación en las empresas. “Debe haber más formación en nuestro mercado laboral. Es la gran asignatura pendiente a corto plazo. La ley de Formación Profesional pone bases para aumentar y mejorar la formación para los jóvenes, pero necesitamos un plan de reciclaje, de formación continua, para dar cabida a las demandas del nuevo mercado de trabajo”. 

El 1 de enero de 2022 debemos tener los 1.000 euros de SMI

Para Pepe Álvarez, otra de las asignaturas pendientes es el aumento de los salarios. “El Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es muy bajo en nuestro país, se mire por donde se mire. El nivel de vida en España no se corresponde con el SMI. Deberíamos tener un salario mínimo en torno a los 1.060 euros ya, el 60% del salario medio como recomienda la Carta Social Europea. Necesitamos una senda que nos acerque a esa cifra. A las empresas les beneficiará también, porque si hay más poder adquisitivo, habrá más consumo y se generará más actividad económica, más empleo y mejores condiciones para las empresas”.

“Estoy absolutamente convencido de que el año que viene tendremos 1.000 euros de SMI”, ha asegurado. “Es un compromiso no firmado por parte del Gobierno y no le dejaremos que no lo haga. Y en 2023, llegar a los 1.060 euros. Si los empresarios cumplieran lo que firman, todo el país debería tener ya los 1.000 euros de salario mínimo convenio”. 

En este sentido, ha asegurado que “muchos puestos de trabajo no se están cubriendo por los salarios de miseria que se dan. Un ejemplo sería el sector del campo en Extremadura. Trabajar recogiendo alimentos por menos de 900 euros en nuestro país es un abuso. Si queremos tener mano de obra cualificada y disponible para trabajar, hay que mejorar los salarios en nuestro país”.

El exceso de beneficio de las eléctricas se debe repartir entre las personas trabajadoras

Un aumento de los salarios que ayudaría a salir de la crisis sanitaria que estamos padeciendo o el abusivo aumento del precio de la luz. “El drama de la pandemia lo vamos dejando atrás. Estamos en una situación de salida de la pandemia y eso es muy positivo. De cualquier manera, tenemos un cúmulo de cuestiones que hay que valorar, como el precio de la luz. El Gobierno ha tardado en reaccionar, pero ha reaccionado. El decreto aprobado por el Consejo de Ministros tiene que obligar a las eléctricas a que el exceso de beneficio se rescate para el bono social, para los autónomos y las empresas, ayudando así a que la incidencia del precio de la luz sea la menor posible”.

Además, ha considerado que la Comisión Europea (CE) debe dar respuesta a la exigencia de los países de la UE. La UE es muy lenta y dejar en manos de la CE algunas decisiones que necesitan agilidad no es lo correcto. La CE ha planteado intentar favorecer que los países tiren de energía verde, que entre el mínimo de energía fósil en el sistema, pero esto es perverso y está subiendo las tarifas de manera insoportable para las personas trabajadoras y las empresas, algo que hay que corregir de manera inmediata”. 

Hay que asegurar el futuro de las pensiones

Preguntado por el acuerdo para reformar el sistema de pensiones, el secretario General de UGT ha considerado que “las líneas rojas están solventadas. El Factor de Sostenibilidad no se puede recuperar ya. Hablamos de un elemento de solidaridad intergeneracional que no tiene que ver con el factor de la reforma de 2013, que empobrecía las pensiones. Hay que garantizar que tengamos un sistema que permita que los jóvenes tengan garantizada su pensión. Para eso, el Estado se tiene que hacer cargo de los gastos que no son propios de la Seguridad Social, destopar las pensiones máximas y subir los salarios para poder recaudar más en cotizaciones”. 

Para Pepe Álvarez, “la ampliación de la vida laboral no va a estar en la agenda negociadora. Hay quien tiene ansiedad por aumentar los años para llegar a la jubilación, pero eso es inviable. Muchas personas, cuando llegan a los 67 años, no llegan en condiciones suficientes para poder seguir trabajando. Las personas que se jubilan anticipadamente lo hacen porque han sido expulsadas de su puesto de trabajo, no porque no puedan trabajar”. 

Además, hay algunas propuestas que se deben introducir a medio plazo, como que, “en función de dónde has trabajado, la jubilación se pueda hacer a una edad u otra, o que las nuevas tecnologías empiecen a cotizar ya”.