La conexión no permite el teletrabajo, la educación o el ocio on line en muchas poblaciones
Fecha: 17 May 2020
La crisis sanitaria agudiza la Brecha Digital en la España vaciada
► Cientos de poblaciones en España tienen una conectividad a Internet prácticamente nula. Las CCAA más afectadas son Castilla y León y Galicia y, por provincias, en Teruel.
► Unos 9.400 pueblos no pueden acceder a una conexión de alta velocidad, en 1.600 es imposible alcanzar una velocidad mínima de 30 megas y a otros 200 núcleos de población no llega una mínima señal de 4G.
► La España vaciada es, además, una España desconectada, por eso es prioritario desarrollar un Plan de Inclusión Tecnológica que sitúe a España en la media europea de inclusión digital.
Los últimos datos publicados por la Secretaría de Estado de Telecomunicaciones e Infraestructuras Digitales, dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, sobre la cobertura de las redes de comunicaciones fijas y móviles vuelve a poner de manifiesto el amplio alcance de la Brecha Digital que sufre nuestra estructura territorial, una diferencia que lesiona gravemente los principios básicos constitucionales de cohesión territorial y de igualdad de oportunidades.
Según las cifras aludidas, a mediados de 2019 todavía existían en España cientos de poblaciones en los que es, en la práctica, imposible conectarse a Internet con garantías.
De hecho, la alta velocidad (más de 100 Mbits/seg) es inalcanzable para casi 9.400 núcleos de población en España y, en consecuencia, más de un millón de personas no tienen acceso a una conexión de calidad que permita simultanear el teletrabajo con, por ejemplo, la educación a distancia de sus hijos. En cuento a esta deficiencia, la Comunidad Autónoma más afectada es Galicia, con 3.346 núcleos de población sin acceso a esta alta velocidad, seguida de Castilla y León, con 1.875.
La otra velocidad de referencia para España y Europa, la de 30 Mbps, considerada como un estándar mínimo de acceso, también sufre de auténticos agujeros negros en nuestras provincias y Comunidades Autónomas.
En pleno siglo XXI, 1.600 poblaciones no tienen acceso a una red de esta velocidad, la mínima para poder realizar, por ejemplo, una video-llamada. En este contexto, Castilla y León es la Comunidad con mayores deficiencias ya que 721 poblaciones tienen auténticos problemas para acceder con garantías al teletrabajo o al entretenimiento online. En términos provinciales, Asturias registra 178 poblaciones con esta insuficiencia, por 144 de A Coruña.
La Brecha Digital también alcanza a las redes móviles de última generación: el 4G es todavía inaccesible para 200 núcleos de población concentrados fundamentalmente en Castilla León (69) y Aragón (46). La provincia con más poblaciones sin acceso al 4G es Teruel, con 26.
Según el Gobierno, la cobertura media del territorio nacional es de un 99,8% de 4G, 94,3% para una velocidad de 30 Mbps y de 83,6% para los 100 megas, pero esta media ponderada no debería soslayar la realidad de miles poblaciones que, cuando se analizan estos tres tipos de acceso, no llegan a un mínimo exigible.
España requiere un Plan de Inclusión Tecnológica
Una investigación realizada por UGT subraya que todavía hay 600 pueblos en España con más de 50 habitantes (279 en Castilla y León) en los que la cobertura de redes fijas y móviles dista mucho de acercarse, ni siquiera aproximadamente, a la media nacional ponderada. Se trata de 85.000 ciudadanas y ciudadanos que viven en los núcleos de población con las peores redes de telecomunicaciones del país.
Para todos los habitantes de estas poblaciones, con independencia de cada casuística, la Brecha Digital es una realidad que impide trabajar, educarse o simplemente, entretenerse. Mucho más en un contexto de pandemia mundial que ha obligado a un largo y estricto confinamiento, que quien sabe si no volverá a repetirse.
El sindicato reitera una vez más su exigencia para elaborar, conjuntamente con Administraciones Públicas y la patronal, un Plan de Inclusión Tecnológica que ponga a España en la media europea en inclusión digital. La Brecha Digital, como forma de desigualdad, ha pasado a ser un lastre social de primer orden y sólo con sensibilización, negociación, acuerdos y acción política se podrá acabar con ella.