Hay que subir los salarios ya
Fecha: 16 Mar 2017
El coste laboral por trabajador ha descendido en el cuarto trimestre de 2016 un 0,8%, la mayor caída en un cuarto trimestre desde 2012, reafirmando la disminución de un 0,4% de los costes laborales en todo 2016. Un trabajador le cuesta a una empresa 15 euros menos que en 2011, mientras que los salarios brutos solo han crecido un 0,1%. De hecho, desde 2009, el salario real, descontando el aumento del IPC, ha caído un 5,4%. Para UGT los datos son claros, los salarios están perdiendo poder de compra mientras las empresas cada vez obtienen más beneficios. La recuperación es una ficción para millones de hogares por culpa de las políticas del Gobierno, que solo beneficia a las organizaciones empresariales. Por ello, UGT reclama un aumento inmediato de los salarios con el fin de aumentar el consumo, generar empleo de calidad, impulsar el necesario cambio de modelo productivo y acabar de una vez con la desigualdad y la pobreza que aumenta día a día en nuestro país.
Los datos de la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del cuarto trimestre de 2016 vuelven a poner de manifiesto que los salarios siguen cayendo, impidiendo que la recuperación llegue a las familias trabajadoras.
El coste laboral total por trabajador descendió en el cuarto trimestre del año un 0,8%, la mayor caída en un cuarto trimestre desde 2012, y la tercera mayor de toda la serie histórica de la Encuesta, que comienza en el año 2000. Por su parte, el coste estrictamente salarial descendió en el mismo porcentaje (0,8%), siendo de igual modo la tercera mayor caída de la serie.
Evolución del coste laboral y del coste salarial por trabajador
Tasas de variación anual
Fuente: ETCL (INE)
Con ello, en el conjunto de 2016 los costes laborales por trabajador descendieron un 0,4%, y los costes salariales un 0,2%. Desde 2011 los costes laborales totales y los salarios medios están prácticamente congelados. Un trabajador le cuesta a una empresa en 2016 un total de 15 euros menos que en 2011 (-0,6%). Los salarios brutos apenas se han movido: 2,7 euros más en total (0,1%).
El resultado es que los salarios están perdiendo poder de compra. Desde 2009 el salario real, descontando el aumento del IPC, ha caído un 5,4%.
Pérdida de poder adquisitivo de los salarios 2009-2016
2009 = 100
Poder adquisitivo = Coste salarial total deflactado por la media anual del IPC de cada año
Fuente: ETCL (INE)
Todo esto significa que la recuperación económica es una ficción para millones de hogares, que siguen con muchas dificultades para llegar a fin de mes. Las triunfalistas declaraciones del Gobierno solo generan frustración entre quienes la mayoría social que ve que su economía doméstica no solo no mejora, sino que empeora. Porque llevan ocho años sufriendo el efecto de una durísima crisis económica y de unos recortes en las prestaciones sociales y en la calidad de los servicios públicos que hacen que el impacto sobre su calidad de vida ha sido mucho mayor que lo que refleja la caída del salario real medio (siendo esto ya de por sí muy relevante).
Lo cierto es que desde 2014 crece el PIB, pero no mejora el bienestar de la mayoría de la ciudadanía, sobre todo por la elevada precariedad y los bajos salarios existentes. Así lo reflejan todas las estadísticas, y así lo venimos denunciando los sindicatos. Ya lo dice hasta la OCDE, un organismo poco sospechoso de ser proclive a las tesis sindicales, como recoge en su último informe sobre España, presentado el pasado martes.
En el mismo se observa cómo España es uno de los países de la UE donde más elevada es la desigualdad y la pobreza, precisamente debido a la escasa calidad del empleo y al descenso de los salarios, sobre todo entre quienes poseen remuneraciones más bajas.
Además, el abaratamiento de costes laborales que se bien produciendo desde 2012 no está sirviendo para que las empresas ganen competitividad, sino que están subiendo los precios y engordando sus beneficios. Los datos son claros al respecto. La inflación está en el 3%. Y desde 2008 a 2016, las rentas de los asalariados han caído en 33.679 millones de euros, mientras que los excedentes empresariales han aumentado en 7.850 millones de euros. Es decir, que se está produciendo un cuantioso trasvase de recursos de los asalariados a las empresas.
Por todo ello, desde UGT proponemos aumentar los salarios en 2017 entre un 1,8% y un 3%, incluyendo también cláusulas de revisión salarial para evitar que aumentos imprevistos de la inflación anulen el incremento pactado. No es admisible que la economía lleve tres años creciendo y que los salarios sigan cayendo.
Igualmente, hay que fijar una estrategia para hacer que el salario mínimo se sitúe en torno a 1.000 euros al final de esta legislatura, el equivalente al 60% del salario medio. Y elevar el salario de los empleados públicos en los Presupuestos Generales del Estado, para que comiencen a recuperar parte del poder de compra perdido desde el inicio de la crisis.
Para UGT, el mensaje es nítido: los salarios tienen que ganar poder de compra, porque es una condición indispensable para que la economía crezca más, para que se genere empleo de mejor calidad y más productivo, para impulsar un cambio de modelo productivo que prime las actividades de mayor valor añadido, para elevar los depauperados ingresos de la Seguridad Social y para reducir las desigualdades y los alarmantes niveles de pobreza en los que se ha situado España, y que escandalizan hasta a la OCDE. Sin recuperación del empleo de calidad y de los salarios no habrá salida de la crisis efectiva.