Hay que repensar el modelo de prevención de riesgos laborales para acabar con la siniestralidad
Fecha: 14 May 2020
Aumentan de forma alarmante los accidentes mortales a pesar del parón de la economía
Durante el primer trimestre del 2020 han fallecido un total de 181 trabajadores y trabajadoras. Son 41 personas más que en los tres primeros meses del año anterior, un 29,3% más.
Los fallecimientos durante la jornada laboral entre asalariados se han incrementado en un 40,4% -132 asalariados han fallecido durante su jornada de trabajo-, un aumento que se produce a pesar de la drástica reducción de la actividad empresarial durante los últimos 15 días del trimestre debida a la declaración del estado de alarma por el COVID-19.
Además, según el propio Ministerio de Trabajo y Economía Social, estos datos deben tomarse con cautela puesto que la declaración del estado de alarma ha provocado retrasos en la tramitación administrativa de los partes de accidentes de trabajo, por lo que UGT considera que las cifras podrían aumentar.
Lo mismo sucede con las cifras de accidentes laborales, ya que durante el primer trimestre del año se han producido 265.720 accidentes de trabajo, lo que supone un descenso del 17,2%, porcentaje que podría aumentar cuando se contabilicen todos.
Del total, 131.698 accidentes laborales causaron baja al trabajador, descendiendo este dato en un 12,8% en relación con el registrado en el mismo periodo del año anterior. El resto, 134.022, son accidentes sin baja, que también descienden en un 21,1%.
No varía el hecho de que los accidentes sin baja sigan siendo más numerosos que los que sí provocan la baja, una situación provocada por el endurecimiento de los criterios de la Mutuas Colaboradoras con la Seguridad Social para conceder bajas laborales, reservándolas solo para aquellos casos que revistan una mayor gravedad.
La seguridad y salud en el trabajo debe ser una prioridad
Los datos publicados por el Ministerio demuestran que, de la misma manera que nuestro sistema preventivo se ha mostrado ineficaz a la hora de abordar la crisis sanitaria, presenta enormes debilidades a la hora de acabar con la alta siniestralidad laboral que venimos soportando.
La seguridad y salud en el trabajo es un problema de primer orden y debe convertirse, por tanto, en una prioridad, en uno de los ejes centrales en las relaciones laborales y de las políticas económicas.
UGT considera que es absolutamente necesario repensar el modelo de prevención de riesgos laborales para luchar contra la lacra de la siniestralidad laboral. Necesitamos un modelo preventivo que anteponga la salud de los trabajadores y trabajadoras a los beneficios empresariales, que acabe con la mercantilización de la salud laboral y que apueste por un sistema que promueva la integración real y efectiva en las empresas, garantizando el cumplimiento real de la normativa en prevención de riesgos laborales.
El sindicato exige al Gobierno que convoque, cuanto antes, una mesa de diálogo social que analice estas cifras indecentes y donde se articulen propuestas que se concreten en un Plan de Choque que frene la siniestralidad laboral.
Es necesario igualmente que se inicien, lo antes posible, las negociaciones de la nueva Estrategia Española de Seguridad y Salud en el Trabajo para poner freno a esta lacra creciente, y a este goteo incesante de muertes en el trabajo.
Además, es fundamental promover la creación de la figura del delegado tanto sectorial como territorial, ya que está demostrado que los centros que cuentan con representación de los trabajadores, son centros más seguros.