Hay margen para subir impuestos y aumentar el gasto público
Fecha: 15 Oct 2019
UGT defiende una reforma fiscal integral y progresiva
• Sin políticas fiscales nacionales que completen la política monetaria expansiva del BCE peligra el crecimiento económico.
• España tiene margen de maniobra para la aplicación de políticas fiscales expansivas que permitan aumentar el gasto público y atender las necesidades en materia de protección social y servicios públicos de calidad.
• Así como hacer frente a la inminente adaptación tecnológica y energética del modelo productivo y la transformación hacia una economía y sociedad responsables con el medioambiente.
Las previsiones económicas que manejan tanto organismos internacionales y nacionales como el propio Gobierno en funciones, pronostican una desaceleración económica para el conjunto de la Unión Europea. El contexto europeo actual (marcado por las incertidumbres políticas que sigue generando el proceso del Brexit), junto a la intensificación de la guerra comercial entre Estados Unidos y China y más recientemente con Europa, amenazan con atenuar las cifras de crecimiento y de empleo también en España.
España parece haber sorteado hasta ahora las incertidumbres del entorno, situando su crecimiento del PIB en el segundo trimestre de 2019 en un 2%. Una cifra por encima de la UE y la Zona Euro (del 1,4% y 1,2%, respectivamente).
El propio Gobierno (que envía hoy a la Comisión Europea sus pronósticos de crecimiento en el cuadro macroeconómico) ha rebajado sus previsiones, si bien muy ligeramente. Así, el Gobierno prevé un crecimiento del PIB del 2,1% en 2019 y del 1,8% en 2020. Estas cifras suponen una rebaja de solo una décima sobre la previsión de crecimiento del Programa de Estabilidad, remitido el pasado 30 de abril. Sin embargo, esta modificación se debe en parte a la revisión estadística de la Contabilidad Nacional Anual realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE) correspondiente al periodo 1995-2018 (que ha implicado una revisión a la baja del crecimiento del PIB en el periodo 2016-2018).
Las previsiones de creación de empleo (en términos cuantitativos) no parecen estar tan afectadas por las incertidumbres del entorno. El aumento del 22% del SMI hasta 900 euros y la tendencia al alza de parte de la remuneración de asalariados, no están teniendo las consecuencias negativas que sus detractores presagiaban, ni en términos de empleo ni tampoco trasladándose a los precios de los bienes de consumo. El ritmo de generación de empleo sigue en el 2,5% en el segundo trimestre (en empleo equivalente a tiempo completo) y el Gobierno estima que será del 2,3% en el conjunto de 2019 y del 2% en 2020. Mientras, la tasa de paro, que se sitúa en el 14,02%, se reduciría hasta el 13,8% al final de 2019 y llegaría al 12,3% en 2020.
La tasa de inflación cerraría 2019 por debajo del 1%, según diversas previsiones. Según el Gobierno, el deflactor del consumo privado cerraría 2019 en 1,5% y 2020 en 1,6%, en media anual.
La base del crecimiento sigue siendo una política monetaria expansiva por parte del Banco Central Europeo, pero que (tal y como viene advirtiendo este organismo), sin el acompañamiento de políticas fiscales nacionales en la misma dirección, peligraría su impacto favorable en la economía.
España, tras haber salido recientemente del procedimiento de déficit excesivo en el que se encontraba desde 2009, previsiblemente cerrará 2019 con un saldo público del 2% en 2019 y del 1,7% en 2020. Unos porcentajes que permitirán al futuro Gobierno de España tener margen de maniobra para la aplicación de políticas fiscales expansivas que atiendan tanto las necesidades en materia de protección social y servicios públicos de calidad, como la inminente adaptación tecnológica y energética del modelo productivo y la transformación hacia una economía y sociedad responsables con el medioambiente.