Es necesario un cambio de estrategia para fomentar una Europa más social, justa y de progreso
Fecha: 24 Jun 2016
La Unión General de Trabajadores muestra su preocupación por la decisión del pueblo británico de abandonar la Unión Europea. Es un día negro para Europa y sus habitantes, ya que con esta decisión los trabajadores europeos verán recortados sus derechos en una Europa que inicia su ruptura como mecanismo de unión. Las políticas de austeridad lo único que han conseguido es que la ciudadanía, indefensa ante los recortes sociales, fomente su apoyo a los partidos antieuropeistas. Solo con un cambio radical de estrategia, fomentada en una mayor cohesión social, conseguiremos una Europa más justa, equitativa, integradora y de progreso que preserve los derechos de todos sus ciudadanos.
La Unión General de Trabajadores recibe con preocupación la decisión de abandonar la Unión Europea que el pueblo británico ha manifestado de manera democrática.
Aunque las consecuencias finales del Brexit son aún impredecibles, algunas son ya hoy patentes: hoy es un día negro para Europa, para el sueño europeo de integración, cohesión y bienestar. Es también claro que ya hay víctimas –y no precisamente Cameron-, las trabajadoras y trabajadores europeos que verán recortados sus derechos, desde la libre circulación a sus condiciones laborales.
La irresponsabilidad del primer ministro Cameron y sus guiños al ultranacionalismo así como las políticas de austeridad contra los derechos de las y los europeos han dado conseguido culpar a Europa de los errores de sus cortoplacistas dirigentes, plegados a los intereses de la economía financiera al tiempo que aniquilaban sistemáticamente el bienestar de sus ciudadanos. Se olvidaban así del propio Tratado, y Europa dejaba de ser un mecanismo para la “promoción de la paz, sus valores y el bienestar de sus gentes”. Es imposible pensar que una campaña electoral a favor de la permanencia en la EU pueda eliminar de un plumazo los sinsabores y hostigamiento de varios años de austericidio.
La Unión General de Trabajadores ve con gran preocupación las infinitas posibilidades que en el seno de la Unión se abren hoy, con la salida del Reino Unido: ¿Cuál será el siguiente país en pedir su salida o en pedir condiciones a la carta para permanecer? ¿Seguirán estos acuerdos descapitalizando el valor de la Unión y los derechos de las y los europeos? ¿Perderán los trabajadores británicos las condiciones de trabajo que consiguieron gracias a su entrada en la UE, como las vacaciones remuneradas, la igualdad de salario y trato en los centros de trabajo para las británicas? ¿Hasta qué punto seguirán siendo reducidos los derechos de los comunitarios residentes en Gran Bretaña?
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Jesús Gallego, Secretario de Internacional de UGT
El Gobierno que salga de las urnas el próximo domingo 26 deberá, junto con las instituciones políticas y económicas europeas, vigilar de manera exquisita el proceso de salida del Reino Unido y asegurar que la posible tormenta financiera no arrase la débil economía de España, garantizando que no serán de nuevo los trabajadores los que, a costa de mermar su calidad de vida, aseguren la competitividad y la inversión en nuestro país.
La Unión General de Trabajadores exige, asimismo, al Banco Central Europeo y a la Comisión que se pronuncien de inmediato garantizando un plan de acción que palíe las posibles consecuencias económicas, aportando los recursos necesarios para ello. Y deberá, asimismo, hacer una apuesta firme y clara por un cambio de rumbo en Europa, mejorando las condiciones de vida de sus habitantes; estableciendo una estrategia económica y social nueva que relance la cohesión social y avance hacia una Europa más justa para sus trabajadores.
La irresponsabilidad de muchos dirigentes políticos europeos ha conseguido que los partidos antieuropeistas y populistas crezcan en apoyo y peso específico, alimentados por una ciudadanía que se ve indefensa ante los recortes sociales, laborales, económicos y democráticos. El Brexit ya es un hecho y sólo con un cambio de estrategia radical, sólo en una Europa social, justa, equitativa, integradora y de progreso podrá garantizarse que no se produzcan más pesadillas en lo que un día se llamó sueño europeo.