Es necesario subir salarios para apuntalar la recuperación
Fecha: 14 May 2021
La recuperación debe basarse en el progreso de la clase trabajadora y la protección de los más vulnerables
• Hay que aumentar el SMI y negociar ya el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC).
• Es fundamental mantener el escudo social y políticas fiscales expansivas el tiempo necesario y, a medio plazo, poner en marcha políticas activas de empleo eficaces.
• Es prioritario establecer una legislación laboral adecuada que reequilibre los efectos dañinos de la reforma de 2012.
Los datos de IPC publicados hoy por el Instituto Nacional de Estadística correspondientes a abril de 2021 muestran que la variación interanual del mismo se sitúa finalmente en el 2,2%, 9 décimas por encima de la del mes de marzo. Esta se convierte en la mayor tasa anual desde octubre del año 2008. Respecto a la tasa mensual, ésta se sitúa en el 1,2%, concatenando el segundo mes de crecimiento.
La causa de este IPC tan alto, si se compara con los valores que se han registrado a lo largo de la última década, se debe fundamentalmente al comportamiento de los precios de la electricidad y de los carburantes, que en el mismo mes del año 2020 sufrieron una de sus mayores caídas de la historia.
Esta idea se confirma al observar la inflación subyacente, de la que se eliminan los alimentos no elaborados y los productos energéticos por su alta volatilidad. La tasa de variación anual que presenta es del 0,0%, es decir, un crecimiento nulo del resto de los precios.
No obstante, admitiendo que se trata de un incremento de precios localizado y muy influido por la coyuntura del año pasado, también se da en productos que afectan especialmente al bolsillo de los hogares como la electricidad y el carburante que suponen alrededor del 10% del presupuesto familiar, una parte aún mayor en los de rentas más bajas. La subida en el entorno del 14,0% que ha experimentado la electricidad en lo que va de 2021 afecta a muchas familias de una forma que no se puede pasar por alto.
Junto a esto, y de acuerdo con las previsiones de crecimiento de la Comisión Europea publicadas esta semana, la demanda aplazada de los hogares está llamada a representar un papel clave en el crecimiento de los dos próximos años, pero existe el riesgo de que esta influencia fuera menor si los trabajadores no perciben el entorno de manera favorable.
Cambios para una recuperación sólida y resiliente
UGT considera que los dos factores mencionados refuerzan la necesidad de realizar cambios en el enfoque de la política salarial. En primer lugar, aumentar apropiadamente el SMI, y en segundo negociar el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC) que se adecue a este escenario y soporte la demanda privada. Estas son dos piezas clave en una recuperación sólida y resiliente, que debe completarse a medio plazo con una legislación laboral adecuada que reequilibre los efectos dañinos de la reforma de 2012.
El marco de política economía debe completarse manteniendo las medidas del escudo social a todos los niveles, y las políticas fiscales expansivas el tiempo necesario hasta que la situación de la crisis se alivie, pero a medio plazo, deben ponerse en marcha unas políticas activas de empleo eficaces, activadas mediante un SEPE reforzado.
En definitiva, el sindicato que ahora es el momento de apostar por una fuerte recuperación pero que debe hacerse basado en el progreso de la clase trabajadora y protegiendo a los más vulnerables para que, como ya ha sucedido con anterioridad, no sean quienes más sufran las consecuencias de la crisis.