​Para UGT, la ampliación de la tarifa plana a los autónomos supone un nuevo golpe a la Seguridad Social, al costearse con cargo a las cotizaciones en lugar de hacerlo mediante los Presupuestos Generales del Estado (PGE). El sindicato considera incongruente pedir créditos, por un lado, para financiar el sistema y, por otro, repartir ayudas que, si no van acompañadas de políticas integrales hacia este colectivo, solo servirán para aumentar el déficit de la Seguridad Social. Por ello, UGT exige que esta medida se traslade a los PGE, mediante impuestos, y complementarla con otras medidas que pasen por estimular la contratación, el acceso al crédito o la formación para hacerla realmente útil para este colectivo.  

La Unión General de Trabajadores se opone frontalmente a que la ampliación de la tarifa plana de 50 euros a los autónomos se costee mediante las arcas de la Seguridad Social, es decir, con el dinero de pensionistas y trabajadores de todos los regímenes del sistema, en lugar de hacerlo mediante los Presupuestos Generales del Estado (PGE).

Para UGT, es incongruente que, por un lado, se pida un crédito de 10.231 millones para provisionar la Seguridad Social y, por otro, se estén repartiendo ayudas que, si no van acompañadas de políticas integrales que mejoren el escenario para favorecer la consolidación de los nuevos autónomos, lo único que servirán es para aumentar la burbuja del déficit del sistema, que en 2016 se situó en casi 19.000 millones de euros.

En este sentido, el Gobierno, ni en los PGE para 2017 ni en la mesa de diálogo social, ha cumplido su palabra de resolver el déficit de la Seguridad Social, ni aporta ninguna propuesta o solución en la Comisión del Pacto de Toledo. Ante esta realidad, para UGT solo queda la opción de la movilización, por lo cual el sindicato ha convocado las marchas de los jubilados y los pensionistas para el mes de septiembre.

La ampliación de la tarifa, de 6 a 12 meses, forma parte de las medidas contenidas en el proyecto de ley integral de apoyo a los autónomos, que actualmente se encuentra en trámite parlamentario, y que para UGT resulta del todo insuficiente en los términos en los que se encuentra.

Por un lado, plantea medidas beneficiosas para este colectivo, como la cotización por días efectivos, la definición exacta de la habitualidad, la compatibilidad del trabajo y la pensión o las ayudas al reemprendimiento; pero, por otro, contiene medidas de carácter tributario dirigidas a la consolidación de las finanzas públicas que perjudican claramente al trabajo autónomo y al sistema de Seguridad Social.

Medidas como la detallada sobre la tarifa plana o las modificaciones efectuadas sobre los fraccionamientos y aplazamientos de las deudas tributarias, por su especial repercusión negativa a la liquidez de todos los autónomos y pequeñas empresas al decretar la imposibilidad de efectuar el aplazamiento del pago del IVA cuando las facturas no están totalmente pagadas, algo que resulta complicado si es una factura de menos de 1.000 euros, que se puede pagar en efectivo.

Una medida que había servido a muchas empresas para lograr un respiro durante la larga crisis económica que ha sufrido nuestro país. Los autónomos y las pequeñas empresas han ayudado a la recaudación de impuestos en los últimos años, han soportado los tipos impositivos del IVA y del impuesto de Sociedades y el aplazamiento era el único guiño que desde la Agencia Tributaria se hacía a este colectivo.

Por ello, para UGT estas actuaciones suponen una mala decisión del Ejecutivo de nuestro país, son claramente insuficientes y muy inoportunas en unos momentos en los que la recuperación económica solo se asienta en las cifras macroeconómicas.