Debemos hacer un último esfuerzo por sostener las rentas, el empleo y el tejido productivo

Fecha: 02 Jun 2021

La recuperación está cada vez más cerca, pero no podemos bajar la guardia


► Para tener una recuperación en mejores condiciones es necesario mejorar las políticas activas de empleo y el Servicio Público de Empleo.

► También es fundamental agilizar los trámites para que el tejido empresarial reciba las ayudas aprobadas en marzo.

► Además, es prioritario tomar medidas como el aumento del SMI, la derogación de la reforma laboral de 2012 y una reforma fiscal integral que garantice la progresividad, equidad y suficiencia del Estado de bienestar.

Los datos de paro de mayo del Servicio Público de Empleo y de afiliación a la Seguridad Social publicados revelan un descenso del número de desempleados y un aumento de los afiliados por tercer mes consecutivo, como consecuencia reapertura de muchas actividades tras finalizar el estado de alarma y a una mejora en las expectativas económicas a causa del buen ritmo de vacunación. Como ya advirtió la Unión General de Trabajadoras y Trabajadores (UGT), la recuperación económica y del empleo solo vendrá de la mano del control de la pandemia y la vacunación. UGT alerta, no obstante, que el empleo que se crea es temporal y precario y exige al Gobierno la derogación de la reforma laboral, el aumento del SMI, y el fomento de políticas activas de empleo que favorezcan la contratación estable y con derechos.

Respecto a los datos de paro, se observa por tercer mes consecutivo un descenso del número de desempleados, en este caso se trata de 129.378 personas, que es la máxima reducción mensual en toda su serie histórica. El último día de mayo había 3.781.250 personas en desempleo, lo que supone un descenso del 3,31% respecto a abril. No obstante, por primera vez desde que comenzó la pandemia el paro registrado es menor comparado con el mismo periodo de un año antes, en este caso es un 1,98% menor. 

En lo respectivo al empleo, la afiliación a la Seguridad Social en el mes de mayo ha aumentado en 211.923 personas, mientras que este dato desestacionalizado muestra 45.434 personas más. Sin embargo, la variación en términos anuales se traduce en un aumento de 711.092 personas afiliadas respecto al mismo período del año pasado, que es un 3,83% más. La causa que explica la diferencia de afiliación entre mayo de 2021 y 2020 está en que durante 2020 estábamos en pleno confinamiento y, como ya sucedió en marzo y abril de ese mismo año, la afiliación bajó a niveles de finales de 2017 e inicios de 2018, mientras que a lo largo de los últimos meses el nivel de afiliación ha seguido una senda de crecimiento. Según avanzó el Gobierno, el pasado 25 de mayo se superó el nivel de afiliados a la Seguridad Social que había el 11 de marzo de 2020, día en el que se declaró la pandemia.  

Por otro lado, a finales de mayo de 2021 había 543.977 personas protegidas por un ERTE, 94.306 personas menos que a fin de abril.  Además, el número de beneficiarios de prestaciones en el mes de abril era de 2.168.915, lo que supone un descenso del 53,3% respecto a abril de 2020. La causa de esta notable reducción, si se tiene en cuenta que el pasado mes de marzo el número de beneficiarios era un 5,6% superior al que había en marzo de 2020, se encuentra en el fuerte incremento de los ERTE hace un año que prácticamente duplicó el número de beneficiarios en aquel mes.

Y en lo que respecta a la contratación, en mayo ha aumentado un 13,89% mensual y un 81,67% anual, debido al efecto de comparación con el mismo mes de 2020, en el que estábamos en pleno confinamiento y con una contratación sumamente reducida.

El porcentaje de contratos indefinidos sobre el total de contratos que se registraron en mayo se situó en un 10,10%. No obstante, dentro del número de contratos indefinidos se firmaron a tiempo completo un 66,43% de ellos y, por el contrario, un 32,25% lo fueron a tiempo parcial. En términos generales, sólo 6 de cada 100 contratos que se registraron fueron indefinidos a tiempo completo. Además, los contratos bajo la modalidad de obra y servicio y eventuales por circunstancias de producción abarcaron el 81,86% del total de la contratación.

La situación mejora, pero no hay que bajar la guardia

El empleo ha mostrado evidentes signos de mejora en los últimos meses, algo que también sugieren otros indicadores de coyuntura para la economía española, aunque todavía es susceptible a cambios en función de la evolución de los contagios. Esto pone de manifiesto que no hay que bajar la guardia todavía y que cumplir con las restricciones en este momento sigue siendo fundamental.

Los datos revelan también que la recuperación está cada vez más cerca y que, por lo tanto, no pueden cesar los esfuerzos por sostener las rentas, el empleo y el tejido productivo. El reciente acuerdo para extender los ERTE hasta fin de septiembre es prueba de ello y, de nuevo, se logró con el diálogo social como la principal herramienta de negociación entre el Gobierno y los agentes sociales. Sin embargo, el tejido empresarial aún no ha recibido las ayudas aprobadas el pasado marzo y, estando en la recta final de la pandemia, es necesario que se agilicen los trámites y se entreguen lo antes posible.

Previsiblemente, gracias a los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y a un progresivo aumento de la actividad económica, que será mayor a medida que se vaya alcanzando la inmunidad colectiva, habrá una recuperación en mejores condiciones que en las crisis pasadas, pero para que esto sea así hay varias claves a tener en cuenta.

Por un lado, las políticas activas de empleo tendrán un papel fundamental para recuperar el empleo y para ello requieren de una fuerte dotación de recursos, así mismo debe dotarse de recursos humanos al Servicio Público de Empleo.

Por otro lado, es preciso evitar que la desigualdad se haga mayor durante la recuperación y, por ello, UGT reclama que se tomen medidas enfocadas a este propósito, como el aumento pendiente del SMI o una reforma fiscal integral que garantice la progresividad, equidad y suficiencia del Estado de bienestar. Y, por último, pero no menos importante, derogar la reforma laboral de 2012 para que el marco de relaciones laborales que se fije en el futuro sea justo y coloque a los trabajadores y trabajadoras bajo la protección que merecen.


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Audio valoración de Cristina Estévez, Secretaria de Política Institucional y Políticas Territoriales de UGT

Fuente: UGT