Combatir el desempleo, la pobreza y las desigualdades deben ser los objetivos de los Presupuestos para 2017
Fecha: 17 Ene 2017
UGT defiende unos Presupuestos para 2017 cuyos objetivos primordiales sean la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad y para ello apuesta por la mejora de la recaudación, porque sin ingresos públicos suficientes no se podrá ni reducir el déficit de manera estable, ni sostener el Estado de Bienestar.
Aunque la Comisión Europea ha aprobado el plan presupuestario, enviado por el Gobierno español, estima que la desviación del déficit en 2017 será dos décimas superior (alcanzando el 3,3%) y advierte al Ejecutivo de Mariano Rajoy que esté preparado para adoptar medidas adicionales si fuera necesario para cumplir con los objetivos de este año.
UGT demanda al Gobierno que las obligaciones derivadas de los compromisos del cumplimiento de los objetivos de déficit no se traduzcan en nuevos recortes, porque su compromiso debe ser con las personas, lo que exige finiquitar de inmediato las políticas de austeridad que han agravado sistemáticamente los efectos de la crisis. Asimismo, demanda revisar la senda de estabilización presupuestaria, para hacerla compatible con las necesidades de nuestro país. La rebaja de los niveles de déficit (y deuda pública) en España requiere de nuevos plazos que sean compatibles con el crecimiento sostenible, la creación de empleo digno y la recuperación de derechos y servicios públicos aniquilados por la gestión de la crisis bajo el mantra de la austeridad.
Nuestro país es un ejemplo de cómo la austeridad solo genera mayores niveles de precariedad, pobreza y desigualdad, y es contraproducente para su objetivo final, el cumplimiento de déficit, puesto que debilitaba la estructura productiva, impidiendo el crecimiento sostenible en términos económicos y justo en términos sociales. Por eso, UGT insiste en que los Presupuestos Generales del Estado para 2017 deben tener como objetivo prioritario la lucha contra el desempleo, la pobreza y la desigualdad.
A pesar del crecimiento en términos del PIB, los desequilibrios y las desigualdades persistentes ponen en riesgo su futuro. El crecimiento económico no se traslada a los ciudadanos y trabajadores, y nuestro modelo de crecimiento es tan dependiente de actividades y factores estacionales y tradicionales, que resulta muy vulnerable a los vaivenes del ciclo económico internacional. De ahí que Bruselas no se crea la previsión de crecimiento ni de déficit del Gobierno, ni para 2017 ni para 2018. Porque los cálculos del Gobierno se sostienen sobre unas previsiones de escenario macroeconómico nacional e internacional sometido a graves incertidumbres económicas y políticas.
Por eso no se fía de los datos en los que se apoya el Gobierno de Rajoy para elaborar los PGE de este año 2017. Las instituciones europeas, supervisoras y fiscalizadoras de las cuentas nacionales, creen que el 2017 el déficit será del 3,3% y no del 3,1% como fijó el Consejo de Ministros del 2 de diciembre de 2016 para España, y tal y como establece el Procedimiento por Déficit Excesivo. Y tampoco cree que en 2018 España vaya a alcanzar el 2,2% de déficit, sino que será del 2,8%, desviación tres veces mayor que la prevista este año. En 2016 España ya realizó un ajuste del 0,5% del PIB dada la desviación de déficit, lo que sumaron 5.500 millones de euros, esfuerzo que desde Bruselas cifran en el 0,7% del PIB. Pero para 2017 a Bruselas le faltan 2.100 millones de euros más.
UGT apuesta por la mejora de la recaudación. Porque sin ingresos públicos suficientes no podremos ni reducir el déficit de manera estable, ni sostener un Estado de bienestar robusto, ni tendremos servicios públicos de calidad. España necesita recaudar más y hacerlo de manera más justa, es decir, repartiendo los esfuerzos mejor, aumentando la progresividad global del sistema, de manera que paguen más los que más tienen.
El aumento de las desigualdades y de los niveles de pobreza en España conviven, y no por casualidad, con la creciente regresividad del sistema tributario y con las políticas de austeridad y devaluación salarial sufridas desde 2010. Por tanto, parece obvio que la austeridad no tiene cabida en la reforma fiscal que necesita España y que garantiza el Estado de Bienestar en nuestro país. Ésta debe ser la clave en la que debe centrarse los PGE 2017 en el marco del Semestre Europeo, así como los esfuerzos y prioridades del Gobierno de España y de la Comisión Europea.
Para tratar estas cuestiones, UGT insta al conjunto de las fuerzas políticas a abrir un debate inmediato sobre fiscalidad, dada la urgencia de garantizar la suficiencia de recursos para atender las necesidades sociales, necesidades agravadas por la crisis, y que tiene sumidos a los trabajadores y a la ciudadanía en general a una precariedad laboral y social insostenible.
Además, UGT demanda al Gobierno de España a establecer una interlocución directa y significativa sobre el Semestre Europeo en el marco del diálogo social, tal y como sucede en todos los países de nuestro entorno europeo, especialmente en Holanda, Francia, Austria y Alemania, tal y como ha recomendado la propia Comisión Europea a todos los estados miembros.