Ahora toca derogar las reformas laborales y crear empleo decente y con derechos
Fecha: 29 Abr 2021
Los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) publicados hoy, muestran dos fuerzas contrapuestas a lo largo de este primer trimestre: por un lado, el impacto de la tercera ola de la pandemia tras la Navidad y de las necesarias restricciones implementadas para su control; y, por otro, la relajación de ciertas medidas una vez que se ha podido controlar esta ola. El resultado de ambas tendencias en el trimestre es un descenso de la ocupación (-137.500 personas), pero también un descenso del desempleo en términos trimestrales (-65.800 personas). Ello se debe a la nueva reducción del número de personas activas (-203.400).
En conjunto, el número de personas desempleadas en el inicio de 2021 es superior al del mismo periodo de 2020 (+10.290). Afortunadamente, la extensión de los ERTEs de forma consensuada entre Gobierno e interlocutores sociales, junto a otras medidas de protección social, ha conseguido evitar que las cifras sean más acusadas. A diferencia de la crisis de 2009, estos mecanismos han logrado evitar que la menor actividad se traduzca en destrucción de empleo. Por eso, la prolongación de las medidas de ajuste temporal acordadas en la prórroga de aplicación de los ERTE hasta el 31 de mayo y el resto de medidas del escudo social, siguen siendo esenciales para proteger los empleos y el tejido productivo de nuestro país.
No obstante, hay que tener en cuenta la situación de las personas más vulnerables en el mercado laboral. Ha disminuido muy poco el paro entre las mujeres y se ha incrementado el de los mayores de 55 años, y sobre todo se mantienen muy elevadas las tasas de desempleo entre los más jóvenes; ha empeorado la situación de las personas en paro de larga y muy larga duración, que con la crisis se han visto imposibilitadas de volver a incorporarse al mercado de trabajo; y sigue existiendo un número amplio de personas que no tiene un empleo y han desistido de buscarlo por la falta de oportunidades en la situación actual.
Para UGT, es el momento de aplicar medidas que recuperen los derechos laborales perdidos, avanzando en la agenda política aún pendiente. El aumento del SMI y la derogación de la reforma laboral, así como el refuerzo inmediato de las políticas activas de empleo, deberán ser objeto de atención cuanto antes. Sin estas decisiones aún por adoptar, las inversiones proyectadas en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, no llegarán a quienes más las necesitan.
La EPA, en datos
La Encuesta de Población Activa (EPA) correspondiente al inicio de 2021, publicada hoy por el INE, muestra un descenso de los desempleados de 65.800 personas (un -1,77%) en el trimestre, hasta un total de 3.653.900, mientras el aumento anual se situó en un 10,29% (341.000 personas desempleadas más). La tasa de paro alcanza el 15,98%, 0,14 puntos por debajo del trimestre anterior y 1,58 puntos más elevada que en el primer trimestre de 2020.
En términos de empleo:
• El número de ocupados se sitúa en 19.206.800 personas, 137.500 menos que en el trimestre previo (-0,71%) y 474.500 inferior que un año atrás (-2,41%) (cifras que no incluyen el impacto de los afectados por ERTEs).
• Además de la ocupación, el número de horas trabajadas descendió un 1,58% en el trimestre. Por su parte, el número de ocupados que no ha trabajado en el primer trimestre se incrementa a 1.964.700, lo que supone 75.600 más que en el trimestre anterior, lo que muestra un mayor número de personas en ERTE durante este periodo.
• El empleo temporal desciende pese a la extensión del período de rebajas (168.600 asalariados temporales menos en el trimestre, un 4,21%), mientras se produce un moderado incremento trimestral del número de asalariados con contrato indefinido (0,26%, con 31.300 asalariados indefinidos adicionales). La tasa de temporalidad, por ello, desciende al 23,8%, 8 décimas menos que en el último trimestre de 2020.
Sobre el desempleo, cabe destacar:
• La peor situación de las mujeres en el mercado laboral, con una tasa de paro que alcanza el 18,13%, frente al 14,07% de los hombres.
• La tasa de paro entre los menores de 25 años desciende ligeramente al 39,53% y entre los mayores de 55 años se incrementa al 12,7%
• UGT muestra su preocupación por los datos relativos al paro de larga duración, que reflejan un empeoramiento respecto al trimestre pasado: 46 de cada 100 personas desempleadas lleva más de un año buscando empleo, y 25 de cada 100 más de dos años, lo que supone un aumento de 5 personas en el primer caso y de 1 en el segundo. Una situación delicada que se puede agravar, sobre todo si se tiene en cuenta que los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro aumentan este trimestre en 29.200, hasta un total de 1.226.200.
• A las anteriores cifras es necesario añadir a quienes se han quedado sin empleo, pero no se encuentran inscritos en el desempleo, y que no han podido cumplir con el requisito de búsqueda activa de empleo (por las restricciones o cierres), o bien no están disponibles para incorporarse a un empleo por razones de cuidado de personas dependientes, quedando fuera del concepto de desempleo, e incluidas en el de actividad, y mostrando así un desempleo oculto. Las cifras evidencian la dimensión de esta situación: 717.400 personas se encuentran en estas circunstancias en el primer trimestre de este 2021. De ese total, 206.100 son personas desanimadas.
Datos de interés
Según la Encuesta de Población Activa (EPA), en el primer trimestre de 2021 el número de ocupados se disminuye y se sitúa en 19.206.800 personas, 137.500 menos que en el trimestre previo (-0,71%), aunque 474.500 inferior que un año atrás (-2,41%) (hay que puntualizar que esta cifra está incluyendo a las personas que están empleadas en situación de ERTE, ya que se consideran ocupadas, aunque se hayan ausentado del empleo).
Aumenta el dato de ausencia del empleo en la semana de referencia por una mayor incidencia de las vacaciones en el primer trimestre de 2021, así como del horario flexible, el mal tiempo generado por la borrasca Filomena y por enfermedad, superando la reducción de las ausencias por ERTE y paro parcial por razones técnicas o económicas. Como consecuencia, el número de horas trabajadas ha disminuido en el trimestre un 1,56% respecto al anterior. Por su parte, el número de personas que no trabajaron (considerándose ocupados) por paro parcial por razones técnicas u organizativas o ERTEs disminuyó en 80.000 personas respecto al cuarto trimestre de 2020, con un volumen actual de 417.900 personas.
La tasa de empleo se reduce ligeramente, situándose en el 61,93%, 0,38 puntos inferior a la del trimestre previo, pero 1,67 p.p. por debajo de la del mismo trimestre de 2020.
Mientras, el desempleo descendió en 65.800 personas (un -1,77%) en el trimestre, hasta un total de 3.653.900, mientras el aumento anual se situó en un 10,29% (341.000 personas desempleadas más). La tasa de paro llega al 15,98%, 0,14 puntos por debajo que en el trimestre anterior y 1,58 puntos más elevada que en el mismo periodo de 2020. En la serie desestacionalizada, la tasa de variación trimestral del empleo es del 0,49%, mientras la de paro es del -4,65%.
Cabe resaltar la trayectoria seguida en el trimestre por la población activa y la población inactiva. La población mayor de 16 años disminuye, y la población activa lo hace en mayor proporción. En el primer trimestre de 2021 hay 203.400 personas activas menos, frente a 195.300 más en inactividad. Esto se explica por la existencia de un desempleo oculto (personas que no pueden cumplir con los requisitos metodológicos del desempleo y se incluyen en la inactividad, pero sí trabajarían), además del notable incremento que se aprecia entre las personas mayores de 60 años que en el trimestre anterior estaban ocupadas y ahora están inactivas, cifrándose este flujo en unas 138.000 personas.
La tasa de actividad, en el 57,69%, decrece 0,50 puntos en el trimestre y lo hace en la misma medida respecto a la del año previo (-0,49 puntos), encontrándose aún una brecha entre hombres (62,74%) y mujeres (52,91%) de casi 10 puntos porcentuales.
Por sexo, en el año, ha caído el número de ocupados hombres (un 2,59%) y mujeres (un 2,20%) y ha aumentado el volumen de paro entre los hombres y las mujeres (8,70% y 11,72%). En el trimestre, disminuye la ocupación masculina (un 0,81%) y la femenina (0,59%) y desciende el desempleo entre los hombres un 1,63% y entre las mujeres un 1,89%.
Así, la brecha entre hombres y mujeres persiste: el 45,93% de las personas ocupadas son mujeres, mientras su peso en el desempleo es del 53,47% y en la inactividad del 57,19%. La tasa de paro masculina se encuentra en el 14,07%, mientras la femenina es del 18,13%.
El trimestre es negativo para todos los sectores menos para la agricultura. En términos relativos trimestrales, el número de ocupados disminuye en la industria (un 1,91%), seguido de la construcción (un 1,44%) y de los servicios (0,57%). Sin embargo, la agricultura crece un 2,03% (15.800 ocupados más en el trimestre). En el año, el impacto ocurre en el mismo sentido en los sectores, la caída más notable en valores absolutos se sucede en los servicios (344.500 ocupados menos), en la industria en términos relativos (-4,59% menos) pero la agricultura está por encima en ambos términos (13.200 ocupados más, un 1,68%).
En términos trimestrales crece la ocupación en el sector público y disminuye en el privado. En el segundo se produce una caída de 155.800 empleos; y en el sector público hay un incremento de 18.300 empleos. Desde el primer trimestre de 2020, aumenta el número de ocupados en el sector público (149.400 empleos más) pero cae en el privado (-623.900).
Entre los extranjeros se reduce el empleo en términos trimestrales (un -3,05%), y sobre todo en el año (7,00%). Al tiempo, se reduce el número de desempleados en el trimestre (-4,95%) y en el año aumentó (22,43%). La tasa de paro se sitúa en un 26,19%. Un 21,97% de las personas en desempleo son extranjeras.
Por grupos de edad, el paro desciende en el trimestre en todos los tramos excepto para los mayores de 55 años. Se reduce en los tramos de jóvenes, menores de 25 años, así como en los que están entre los 25 y los 54 años. Un 15,1% de las personas en paro tiene más de 55 años, mientras otro 15,1% tiene menos de 25 años. Por su parte, la tasa de paro entre los menores de 25 años persiste excesivamente alta, concretamente en un 39,53% y entre los mayores de 55 años de 12,70%.
A ello se añaden los datos de desempleo de larga duración. El porcentaje de personas en desempleo que lleva más de un año buscando empleo se ha elevado casi 5 puntos en el último trimestre, hasta el 45,7% de las personas desempleadas, siendo alta la incidencia de las personas que llevan buscando empleo más de dos años (25,2%). Una situación que se puede agravar con la presente crisis, considerando que los hogares que tienen a todos sus miembros activos en paro también aumentan este trimestre en 29.200, hasta un total de 1.226.200.
El número de asalariados disminuye en el trimestre en 137.200 personas (-0,84%); fundamentalmente causado por empleo temporal que se reduce en 168.600 asalariados, un -4,21% pese a los incrementos de los indefinidos (0,26%, 31.300 personas añadidas con contrato indefinido). En el año se destruye empleo asalariado (--455.800, -2,75%), sobre todo temporal (-7,50%) aunque también ha afectado a los indefinidos (-1,17%). Estas diferencias son más moderadas que las tasas anuales anteriores por la comparación con el primer trimestre de 2020, cuando la pandemia tuvo sus primeros efectos. La tasa de temporalidad continúa elevada: se establece en el 23,80% (en el 26,81% la femenina, casi 4 puntos por encima de la masculina). Sin embargo, estos valores son inferiores a los del cuarto trimestre de 2020 e inferiores a los registrados en el mismo trimestre del año 2020, debido a la mayor incidencia de la destrucción de empleo temporal.
Por su parte, la parcialidad este trimestre se encuentra en el 14,04% (22,72% para las mujeres). En el primer trimestre de 2021 el número de ocupados a tiempo completo disminuyó en 34.600 personas (-0,21%), mientras a tiempo parcial lo hizo en mayor proporción, un 3,68% (103.000 personas). 2021 inicia con 56 de cada 100 personas empleadas con un contrato indefinido a tiempo completo, mientras 44 posee uno con algún elemento de precariedad (bien temporal o a tiempo parcial, o ambas). La parcialidad involuntaria se mantiene en valores muy altos, concretamente en el 51,54%, con 1.389.500 ocupados a tiempo parcial que aceptan esta situación por no encontrar empleo a tiempo completo.
Algunas consideraciones metodológicas:
¿Qué se considera empleo EPA? Haber trabajado al menos 1 hora en la semana de referencia, por cuenta propia o ajena. La principal diferencia con la afiliación de la seguridad social es que la EPA incorpora a las personas ocupadas, tanto si están dadas de alta, como si no lo están.
¿Qué se considera paro EPA? Personas que cumplen 3 requisitos: no han trabajado ni 1 hora la semana de referencia, buscan activamente empleo y están disponibles para incorporarse a uno en los 15 días siguientes. Las personas no ocupadas, pero que no cumplan los otros criterios, se consideran inactivas. La principal diferencia con el registro de paro del SEPE es que en la EPA se consideran desempleados si cumplen estas 3 condiciones, con independencia de que estén inscritos en el registro. La estadística de personas paradas EPA se asemeja más a la de demandantes de empleo SEPE, aunque considerando que también son metodologías distintas (con la principal diferencia de estar registrado).
¿Cómo se contabilizan las personas afectadas por un ERTE? En la EPA, aunque no hayan trabajado la semana de referencia, se contabilizan como ocupados asalariados siempre que perciban al menos el 50% de su salario y crean que se reincorporarán en el espacio de 3 meses. Se contabilizan como parados sólo en el caso de que perciban menos del 50% del salario y crean que no se reincorporarán en esos 3 meses.
¿Qué se entiende por personas inactivas activas potenciales? Las personas inactivas activas potenciales son aquellas que están disponibles para trabajar, pero no buscan empleo, excluyendo a quienes no lo buscan por estar jubilados, cursando estudios, por enfermedad, por tener que cuidar a personas dependientes o por tener otras responsabilidades personales o familiares. Dentro de este colectivo hay otro subgrupo que son las personas desanimadas que son aquellas personas que no buscan trabajo porque creen que no lo encontrarán no habiéndolo buscado nunca o habiéndolo buscado anteriormente.
► Audio de Mari Carmen Barrera, Secretaria de Políticas Sociales, Empleo y Seguridad Social de UGT