63 personas enferman cada día como consecuencia de su trabajo
Fecha: 18 Mar 2015
Según el informe anual del Observatorio de las Enfermedades Profesionales de la Seguridad Social, en 2014 se han producido un total de 22.949 enfermedades causadas por el trabajo de las que 17.260 se han catalogado como enfermedades profesionales y 5.689 como patología no traumática causada o agravada por el trabajo. De los 17.260 partes de enfermedades profesionales, 8.112 tuvieron baja laboral y 9.148 no han producido baja.
UGT destaca que la relación existente entre las enfermedades profesionales con baja y sin baja está cambiando drásticamente. En 2007, las enfermedades profesionales que causaron baja eran ampliamente superiores a las que no la causaban, sin embargo, a lo largo de los años esta tendencia se ha ido invirtiendo. 2011 fue el primer año en el que las enfermedades profesionales que no produjeron la baja del trabajador fueron superiores a las que sí la produjeron y en 2013 y 2014 la brecha entre ambas se ha ido acrecentando.
Este descenso puede deberse más al temor que tienen los trabajadores de perder su puesto de trabajo en el actual contexto de crisis, que a la aplicación de medidas preventivas realmente emprendidas en los centros de trabajo.
El 82% de las enfermedades profesionales están causadas por agentes físicos y son trastornos músculo-esqueléticos. Se trata de la principal causa de baja laboral en España. Sin embargo, por su especial morbilidad, cabe destacar las enfermedades profesionales derivadas de agentes carcinógenos como el amianto, que ha acumulado 26, de las 47 enfermedades profesionales de este grupo.
De especial relevancia son los procesos de enfermedades profesionales que han causado el fallecimiento de las o los trabajadores que las han padecido. Así en el 2014 la cantidad de activos fallecidos a consecuencia de enfermedades profesionales iniciadas a partir del 1 de enero de 2007 es de 6 trabajadores, y el mayor número de fallecidos se ocasiona una vez causada una pensión de Seguridad Social.
En cuanto a los pensionistas, con incapacidad permanente derivada de la enfermedad profesional, en el 2014 fallecieron 353 pensionistas; de ellos, 46 eran menores de 65 años y tenían una edad media de 55,2 años, mientras que los restantes 307 tenían 65 o más años y su edad media fue de 78,7.
La Unión General de Trabajadores apuesta por incluir los Riesgos Psicosociales en todo lo relacionado con las enfermedades profesionales e insta a la implantación de medidas que permitan evitar las enfermedades relacionadas con los trastornos musculo esqueléticos.
El sindicato denuncia la falta de aplicación del Real Decreto de Enfermedades Profesionales, que en lugar de hacer que salgan a la luz todas las existentes, lo que está provocando hasta ahora es una menor declaración de las mismas y subraya que es necesario evitar que se sigan derivando al sistema nacional de salud, patologías que se producen dentro del ámbito laboral, y que más tarde, o más temprano, se terminan tratando como contingencias comunes con el consabido perjuicio para todos los trabajadores/as.
La adopción de estas medidas supondría un beneficio para la salud del trabajador, unos ahorros importantes para la sociedad -porque habría menos bajas laborales-, y un beneficio para la empresa, ya que, por ejemplo, se evitarían sustituciones en los periodos de bajas por enfermedad y los trabajadores podrían desarrollar su labor de manera más eficiente y sin riesgos para su salud.
También considera imprescindible una revisión del Real Decreto 1299/2006, de 10 de noviembre, por el que se aprueba el cuadro de enfermedades profesionales en el sistema de la Seguridad Social que además debe ser completado con la lista aprobada por la Organización Internacional del Trabajo el 25 de marzo de 2010.
Y propone, entre otras cosas, la creación de Unidades Básicas de Salud, que permitan dar a conocer la realidad de las Enfermedades Profesionales; la formación de los profesionales de cara a la detección de este tipo de patologías para evitar que se trate como común la patología profesional; ofrecer al médico de atención primaria información sobre el trabajo del paciente, ya que así podrá ayudar en la detección de patologías relacionadas con el trabajo, -lo que ayudaría a la mejor calificación de las enfermedades profesionales y posibilitaría la adopción de medidas preventivas- e incluso la inclusión de la especialidad de medicina del trabajo en los centros de atención primaria.