14D: La huelga que sentó las bases del Estado de Bienestar
Fecha: 12 Dic 2018
El Secretario General de UGT, Pepe Álvarez; el Secretario General de UGT de 1976 a 1994, Nicolás Redondo; y la periodista Elisa García, han intervenido en la presentación del libro “Huelga General 14D. 30 años después 1988-2018” editado por la Fundación Francisco Largo Caballero.
Durante la presentación, Pepe Álvarez ha agradecido el trabajo de la Fundación Francisco Largo Caballero y la generosidad de la Agencia EFE cediendo de manera gratuita imágenes históricas de la jornada de huelga con mayor repercusión de nuestra democracia. “A veces las restricciones de carácter económico generan obras que son mucho más elocuentes” ha dicho.
Álvarez ha explicado este es un país que hay una parte de nuestra historia que no se reconoce y este libro era y es necesario para que las nuevas generaciones conozcan qué pasó el 14D: uno de los acontecimientos más trascendentales de la historia de nuestro país que marcó un antes y un después.
La convocatoria fue la primera decisión de envergadura en unidad de acción con CCOO contra las políticas sociales y económicas de Felipe González cuyo objetivo fundamental fue acabar con medidas de recorte y austeridad como ajustes salariales, precarización del empleo, reconversiones industriales o, la gota que colmó el vaso, el Plan de Empleo Juvenil.
“Hablar de los motivos que llevaron a la convocatoria de la huelga general tiene básicamente que ver con un problema que hoy también está presente en nuestra sociedad: el reparto de la riqueza. En aquel momento, la economía en nuestro país crecía, pero la renta de los trabajadores y trabajadoras no” ha recordado.
La huelga que paralizó el país
El Secretario General de UGT ha subrayado que la convocatoria de una huelga que “llegó en el momento oportuno”, estuvo muy bien organizada y canalizó el descontento social con el Gobierno y las políticas liberales que estaba llevando a cabo.
El resultado fue un éxito rotundo de la convocatoria que sentó las bases de la unidad de acción entre las grandes centrales sindicales, ayudó a definir el modelo sindical basado en la autonomía e independencia y consolidó la posición de los sindicatos en España y puso los pilares del actual Estado de Bienestar estableciendo nuevas medidas de protección social como la asistencia social o de las pensiones no contributivas.
“Sin esa Huelga General el sindicalismo no sería lo que es hoy y la Unión General de Trabajadores tampoco” ha finalizado.
Ni si quiera hubo guerra de cifras
Elisa García, ha aportado la visión desde la óptica de una periodista que en 1988 vivió la huelga general del 14D como redactora en la Agencia Colpisa y ha recordado que la convocatoria de la huelga le pareció algo impensable pero que no fue la única persona impresionada ya que la redacción de su medio estaba asombrada.
“Los periodistas que secundamos la huelga lo hicimos un día antes por dos motivos: para impedir que el 14D saliera en los periódicos a la calle y para poder cubrir el seguimiento de la protesta. Cuando por la noche estaba viendo el telediario y se cortó la emisión, supe, como tantos trabajadores y trabajadoras, que la huelga iba a ser un éxito”.
Elisa García ha recordado que al avanzar la jornada quedó claro que “el 14D había sido un éxito, un triunfo histórico en unidad de acción sindical y estaba todo tan claro que ni si quiere hubo guerra de cifras”.
Una huelga contra políticas antisociales
El Secretario General de UGT de 1976 a 1994, Nicolás Redondo, ha subrayado que “la huelga del 14D fue una huelga singular, mayúscula e irrepetible. La primera huelga después de la dictadura franquista y de la primera convocada por los sindicatos y particularmente UGT, contra el PSOE en el Gobierno” ha recordado.
Nicolás Redondo ha manifestado que los años de Gobierno del PSOE se caracterizaron por “políticas de ajuste y austeridad con los consiguientes recortes sociales reduciendo el poder adquisitivo de los trabajadores y pensionistas, la cobertura por desempleo y demorando la aplicación de acuerdos y estableciendo una reforma del mercado de trabajo muy favorable a los intereses empresariales”.
Redondo ha destacado que en el año 1988 la economía creció el 5,8% del PIB pero esa situación económica más favorable no se trasladaba a trabajadores y ciudadanía cada vez más precarizados.
“Los trabajadores y la gran mayoría de los ciudadanos secundaron la huelga a pesar de las excesivas campañas del Gobierno para evitarlas desprestigiando a los sindicatos, descalificando sus reivindicaciones, estableciendo servicios mínimos abusivos o pretendiendo desestabilizar, en concreto, a UGT”.