Implantar en la negociación colectiva protocolos de actuación y prevención contra drogodependencias, como el tabaco

Fecha: 31 May 2019

1 de mayo, Día Mundial Sin Tabaco


UGT alerta del aumento del consumo diario de tabaco desde 2015 y que, en los 12 últimos meses, en la población entre los 15 y 64 años, la prevalencia de consumo de tabaco es de 46% de hombres y el 35,8% de las mujeres.

► Asimismo, advierte sobre el daño del tabaco, no solo para los fumadores, sino para el conjunto de la sociedad. A nivel mundial se calcula que 165.000 niños mueren antes de cumplir 5 años por infecciones respiratorias causadas por el humo del tabaco ajeno.

► El sindicato pide abordar una Estrategia Nacional para el abandono progresivo del tabaco y que se desarrollen políticas y planes de prevención en materia de drogodependencias y adicciones en las empresas, lo que afecta al tabaco (pues es una droga más, con efectos adictivos). En este sentido destaca la necesidad de establecer protocolos de intervención y prevención en los centros de trabajo.

Un año más se celebra el Día Mundial sin Tabaco, que este año se centra en “El tabaco y la salud pulmonar”.

A nivel mundial se calcula que 165.00 niños mueren antes de cumplir 5 años por infecciones de las vías respiratorias causadas por el humo de tabaco ajeno. Los que viven hasta la edad adulta siguen sufriendo consecuencias para la salud de la exposición al humo de tabaco ajeno.

Es conveniente recordar que el tabaco es una droga estimulante del sistema nervioso central, uno de sus componentes, la nicotina   posee una enorme capacidad adictiva y es la causa por la que su consumo produce dependencia. Además, durante la combustión del tabaco se originan más de 4.000 productos tóxicos diferentes, de los que 69 son cancerígenos.

Por otra parte, según los datos de la encuesta Edades 2017-2018 la prevalencia de consumo de tabaco en los últimos 12 meses en la población, entre los 15 y 64 años, es de 46% de los hombres y de 35,8% de mujeres, y la tendencia del consumo diario con respecto a los datos de 2015 es que se ha producido un aumento en el consumo diario de tabaco.

En el ámbito laboral

Los datos de la encuesta EDADES 2013-2014 en su módulo laboral (la próxima será 2019-2020 porque se realiza cada 6 años), son un reflejo de lo que sucede en la población general española, dónde el tabaco sigue siendo la segunda sustancia más consumida por detrás del alcohol. En ambas sustancias existen valores de mayor prevalencia (últimos 12 meses) en la población laboral que, en la población general, con valores en el tabaco de 44,0% y 40,7% respectivamente.

Se puede decir, que los valores todavía son altos, ya que un 76,6% de la población laboral manifiesta que ha probado el tabaco alguna vez en la vida, un 44,0% en los últimos 12 meses, y un 41,6% en los últimos 30 días.

Con respecto al fumador diario en los últimos 30 días en la población laboral se ha producido un ligero incremento con respecto a los datos de edades 2007-2008 pasando del 33,1% al 33,8%. Además, la probabilidad de fumar a diario es más elevada en los parados que entre los empleados, siendo un valor del 39,0%.

Los trabajadores en jornada continua de noche son los que registran los valores más elevados de consumo diario de tabaco, produciéndose un considerable incremento desde el 2007, pasando del 38,2% a un 49,1%.

Los sectores de la construcción, hostelería y agricultura/pesca/ganadería/extracción registran los porcentajes de fumadores de tabaco diario más elevados.

Aunque son muchas las conclusiones que se pueden sacar de esta encuesta hay una fundamental y es que las condiciones de trabajo influyen directamente en el consumo de sustancias.

Los cambios en el mercado de trabajo, la inestabilidad en el empleo, la utilización de las nuevas tecnologías, las nuevas formas de organizar el trabajo, la precariedad, en definitiva la mayor insatisfacción laboral, el retroceso en los derechos laborales unido a una pérdida de derechos sociales y a un incremento de las desigualdades, está generando en algunas ocasiones e incrementando en otras muchas los riesgos, que pueden desembocar en problemas muy relacionados con el uso y los efectos de las drogas en el ámbito laboral.

Como viene señalando UGT, desde hace tiempo, los riesgos psicosociales influyen significativamente. De hecho, la primera causa de muerte por accidente laboral en nuestro país son los derrames e infartos cerebrales.

Actuar en los centros de trabajo

UGT considera que las drogodependencias y adicciones en el ámbito laboral son un problema que requiere de la actuación de todos los agentes implicados, partiendo de una idea clara, y es que estamos ante una enfermedad y como tal debe ser tratada. Este problema se debe atajar actuando siempre desde la prevención y no a través de medidas coercitivas y disciplinarias.

El punto de partida pasa por la prevención, la implantación de protocolos de actuación, en los que se considere al trabajador/a que consume como un enfermo/a, y como tal debe ser tratado. Hay que promover y fomentar protocolos que orienten cómo afrontar estas situaciones, abordando la problemática desde la prevención hasta la rehabilitación y reinserción del trabajador/a.

UGT comparte la idea de la OMS y la OIT de que “es necesario actuar frente al problema, implantando en las empresas programas de prevención que deben respetar la dignidad del trabajador, garantizar la total confidencialidad y, además, proteger la seguridad en el empleo y los ingresos del trabajador durante el período de tratamiento, igual que ocurre con el resto de los problemas de salud”.

El sindicato entiende que la empresa es el lugar adecuado para desarrollar políticas y planes de prevención en materia de drogodependencias y adicciones que permitan prevenir este tipo de situaciones. Por eso, considera necesario establecer estrategias y actuaciones conjuntas y coordinadas tanto por parte de las empresas como de los trabajadores y sus representantes sindicales, en colaboración con los servicios de prevención de riesgos laborales y la propia Administración para intentar prevenir esta problemática.

Un buen instrumento es implantar a través de la negociación colectiva Protocolos de intervención y prevención que permitan, establecer cómo prevenir a través de la información y la formación de las personas trabajadoras y mecanismos para poder intervenir siempre desde un enfoque preventivo y no disciplinario ayudando a las personas afectadas para su rehabilitación y conseguir la reinserción en su puesto de trabajo.

 

Fuente: UGT