Honduras: nueva oportunidad de progreso

Fecha: 30 Nov 2021

La Unión General de Trabajadoras y Trabajadores considera que las elecciones a la presidencia de Honduras, celebradas el pasado domingo, donde los y las hondureñas han decidido democráticamente que sea la líder de la candidatura Izquierda Libre (Refundación y Libertad), Xiomara Castro, la nueva presidenta del país centroamericano, un importante paso adelante para la recuperación y el bienestar de la mayoría social de Honduras. 

La victoria de Castro es una nueva oportunidad de gobierno para la izquierda hondureña, tras el golpe de Estado que Manuel Zelaya sufriera en 2009 y que impuso un gobierno al servicio de las élites económicas, pero que también significó el inicio de una reacción antidemocrática de la derecha en gran parte de América Latina y que llevó a que la democracia en múltiples países fuese violada, ya fuera a través de golpes institucionales (como fuera el caso de Brasil), golpes policial-militares (Bolivia) o de la persecución de dirigentes políticos progresistas a través del lawfare, como ocurrió en Argentina, Paraguay y Ecuador, entre otros países.

Pero las elecciones del domingo son, sobre todo, una oportunidad de progreso para Honduras, dejando atrás políticas neoliberales de más de una década, y que sólo han conseguido profundizar pobreza y la desigualdad en el país. La mayor evidencia del fracaso de los gobiernos de Micheletti, Lobo y el actual presidente Juan Orlando Hernández, es el escenario de violencia en el que se desarrollaron las elecciones en el país, con 63 casos de violencia política (29 asesinatos) registrados por la oficina de Derechos Humanos de la Naciones Unidas desde el anuncio de las elecciones en septiembre de 2020. Además de esta violencia social y política que incluye persecución y agresiones contra sindicalistas, la nueva presidenta deberá lidiar con problemas graves como las consecuencias sociales y económicas de la Covid-19, la actuación constante de grupos mareros y mafiosos, los altos índices de pobreza, así como los estrechos vínculos de parte del poder político con carteles de la droga. Conviene recordar que recaen graves acusaciones de vínculos con el narco del aún presidente Hernández y parte de su familia. 

El gobierno que se forme deberá forzosamente priorizar las necesidades de la población más vulnerable, así como de los y las trabajadores del país, fomentando el diálogo social y legislando para que la negociación colectiva sea reforzada y el fomento del sindicalismo como factor fundamental de crecimiento social, económico y democrático. UGT felicita así al pueblo hondureño en su conjunto y muy especialmente a su clase trabajadora y a la Central Unitaria de trabajadores de Honduras (CUTH), que está llamada a ser ser parte fundamental de la construcción de esta nueva oportunidad de desarrollo. Sin la CUTH no habrá inclusión social y sin ésta, la democracia no será plena.
 
El sindicato quiere también poner en valor el cambio de tendencia política en Honduras tras el golpe de Estado a Zelaya. Si antes decíamos que aquella fecha supuso un levantamiento antidemocrático en América Latina, la elección de Xiomara Castro debe de ser también la inauguración de un nuevo periodo en todo el continente, en el que, tras el fracaso de las estrategias golpistas de distinta índole (desde la alzada militar al lawfare, pasando por los asaltos a los parlamentos y casas de representantes) el imperio de la ley y del respeto escrupuloso de los Derechos Humanos y la voluntad popular como reglas de juego. 
 

Fuente: UGT