Hay que seguir elevando el salario mínimo y recortando la brecha salarial de las mujeres

El salario medio creció en 2023 un 4,1%, ganando poder de compra

Fecha: 28 May 2025

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Los datos de la Encuesta Anual de Estructura Salarial de 2023, publicados hoy por el INE, reflejan un comportamiento positivo de las retribuciones en ese año, coherente con el buen momento que atraviesa la economía española, que ha permitido que las personas trabajadoras ganen poder adquisitivo. Pese a ello, los cuantiosos beneficios que están logrando las empresas españolas en esta fase expansiva permiten aún una mayor redistribución de la producción en forma de más empleo, de mayor calidad y mejor pagado.  

El salario medio anual creció en 2023 un 4,1%, igual que en el año anterior, con lo que ganó medio punto de poder de compra, dado que el IPC creció en ese año un 3,6%. Fue el primer año de la fase de crecimiento actual en el que esto sucedió, como consecuencia de tres circunstancias: primero, como respuesta a la crisis inflacionaria que hizo que en 2022 los precios crecieran más de un 8%; segundo, por el impulso de la firma del V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), con vigencia 2023-2025, que se firmó en mayo de ese mismo año, y que instaba a que los salarios de convenio crecieran, como mínimo un 4% en 2023; y tercero, por el aumento del salario mínimo interprofesional en ese año, que fue del 8%. 

Pese a este positivo resultado, los salarios en España siguen siendo bajos en términos relativos. Según recoge la Encuesta, el salario anual más frecuente en España en el año 2023 fue de 15.575 euros brutos, poco más de la mitad (55,5%) que el salario medio, que se eleva a 28.050 euros. Sin embargo, en términos netos (es decir, descontando las cotizaciones a la Seguridad Social y las retenciones del IRPF), el salario medio en ese año queda en 1.026, euros al mes (tomando como referencia a una persona trabajadora sin hijos a cargo, con un contrato indefinido, y supuestas catorce pagas al año). 

Es este sentido, es importante poner en valor las subidas del SMI alcanzadas de 2018 a 2023, (año de los datos de la Encuesta), en total un 46,7%, que han empujado al alza a los salarios más bajos, que están ligados a los empleos más precarios, muchas veces a jornada parcial, y que poseen más dificultades para lograr aumentos en su nómina. Por eso el aumento del SMI en los últimos años, tal y como hemos venido reclamando desde UGT, ha sido una actuación muy importante que ha permitido dignificar los ingresos de muchos hogares. 

Por otro lado, estos aumentos han ido comprimiendo el abanico salarial, de manera que en 2023 un 18,5% de las personas trabajadoras tenían ingresos anuales por debajo del SMI, esencialmente porque poseían un trabajo a jornada parcial. Este grupo, sumado a aquellos que cobran entre 1 y 2 veces el SMI (48,7%) supone el 67,2% del total de personas asalariadas (dos de cada tres). Por eso, además de continuar aumentado el SMI, es igualmente importante es que los salarios de convenio crezcan adecuadamente para evitar la mencionada compresión del abanico salarial, que está provocando que los salarios bajos se aproximen cada vez más al salario más frecuente en nuestro país. 

Esta subida salarial, junto al aumento del empleo indefinido a tiempo completo, es imprescindible para que España reduzca su todavía elevada tasa de pobreza laboral, que afecta al 11,3% del total de las personas ocupadas de 18 a 64 años, el tercer porcentaje más elevado de toda la UE. Una circunstancia que se ha visto agravado agravada además en los últimos años por la constante deriva alcista de los precios de la vivienda, que ha hecho que acceder a un alojamiento digno sea una quimera para buena parte de la población trabajadora de nuestro país, especialmente para las personas jóvenes. 

Porcentaje de trabajadores en función de su ganancia con respecto al SMI

Fuente: Servicio de Estudios de la Confederación UGT a partir de Encuesta de Estructura Salarial 2023 (INE).

Como circunstancia positiva al respecto cabe destacar que en 2025 los aumentos de los salarios en la negociación colectiva se están comportando de manera positiva, alcanzando el 3,35% hasta el mes de abril, de nuevo por encima de la inflación (2,6%), con lo que parece que, en esta fase de bonanza económica, las mejoras retributivas se están extendiendo al conjunto de la clase trabajadora, si bien existe margen para que esos aumentos sean superiores. 

La Encuesta también permite calcular la brecha salarial de género, definida como la diferencia que existe entre el salario de los hombres y de las mujeres, que se redujo en 2023 respecto a 2022 en 1,4 puntos porcentuales, hasta el 15,7%, continuando una positiva senda decreciente en los últimos años. En este sentido, dos aspectos clave en esta mejora están siendo el desarrollo de planes de igualdad en las empresas y el incremento del SMI, al estar sobrerrepresentadas las mujeres entre sus perceptores. Pese a ello, la brecha sigue siendo elevada, puesto que el salario medio de las mujeres tendría que aumentar un 18,7% para igualarse al de los hombres. Por ello, sigue siendo fundamental implementar medidas que ayuden a facilitar la conciliación laboral, fomentar la participación de las mujeres en carreras universitarias relacionadas con las ciencias y tecnologías y mejorar las retribuciones en aquellos sectores más feminizados, todo ello dirigido a eliminar el techo de cristal al que se ven sometidas las mujeres. 

Por último, cabe destacar de la desigualdad de ingresos descendió en 2023, aunque continúa siendo elevada. El índice de Gini, calculado con los datos de esta encuesta salarial, presenta un descenso de cinco décimas, situándose en 32,6 para 2023. Desde el año 2018 el índice de Gini se ha ido reduciendo paulatinamente acumulando una reducción de 1,7 puntos en total que refleja una mejor distribución de la renta general en nuestro país. Pese a la favorable evolución de este indicador, otras métricas que recogen información sobre la desigualdad no presentan una mejora similar, como la comparativa entre los salarios que están en el 10% más alto frente a los del 10% más bajo, cuya proporción aumentó de 3,2 veces a 3,5 veces entre 2022 y 2023, lo que indica la necesidad de seguir desarrollando políticas que permitan una distribución de la renta en origen más equitativa.  

En definitiva, los datos ofrecidos por la Encuesta de Estructura Salarial de 2023 muestran una evolución positiva de las retribuciones en ese año, recuperando poder de compra tras el impacto de la pandemia y de la crisis inflacionista entre 2020 y 2022, como consecuencia de un conjunto de políticas que han favorecido una mejor distribución de la renta, que han tenido continuidad en los años siguientes, y que se están reflejando en los favorables resultados recientes de la economía española en el contexto europeo.