Fomento trata de maquillar su nefasta gestión del conflicto de la estiba con una maniobra artificial y tardía
Fecha: 16 Mar 2017
La Unión General de Trabajadores quiere manifestar su total desconcierto ante la sorprendente e inesperada presencia del ministro de Fomento, Iñigo de la Serna, y otros altos representantes de la Administración en la reunión técnica que patronal y sindicatos han celebrado esta tarde en la sede del Consejo Económico y Social.
Este desconcierto al que aludimos tiene su origen en la batería de dudas y preguntas que suscita la artificial, sospechosa y tardía “maniobra” escenificada hoy por el Gobierno:
¿Por qué han acudido a una reunión de carácter exclusivamente técnico, acaso no sabían que los representantes sindicales con capacidad de decisión y legitimidad para cerrar acuerdos no estaban convocados a la misma?, ¿por qué nos hemos enterado por los medios de comunicación y no de manera oficial, o a través de las vías formalmente establecidas, de su propósito de participar en dicho encuentro?, ¿por qué declinaron, a pesar de nuestro empeño en sentido contrario, asistir a las importantes reuniones previas?, ¿por qué, como los malos estudiantes, han aguardado a ultimísima hora para “tratar” de desbloquear tarde y mal las negociaciones?...
Ante tanta pregunta sin respuesta, y a tenor de los acontecimientos, sospechamos, muy a nuestro pesar, que el fin último del enredo montado hoy por el Ejecutivo no haya sido alcanzar una solución satisfactoria para todas las partes –también para los ciudadanos–, sino maquillar su nefasta gestión del “conflicto de la estiba”. Gestión que puede verse muy empañada si finalmente mañana, tal y como esperamos, el Congreso no convalida el real decreto que tan torticera y antidemocráticamente han tratado de imponer.
Queremos subrayar, finalmente, que la inconsistente propuesta presentada hoy de forma tan impropia e inusual por el ministerio, además de ser incompatible con el pretendido “decretazo”, no resuelve el principal escollo del conflicto, pues no garantiza, en sus términos actuales, ni la subrogación de los trabajadores, ni el mantenimiento del empleo, ni las condiciones laborales de todos ellos.