Es necesario asegurar la alimentación básica para las familias con dificultades

Fecha: 22 Dic 2016

​En un momento como el actual, en el que una de cada tres personas viven en riesgo de pobreza o exclusión social y un 2,6% de los hogares– 3,2% en el caso de los niños- no tiene una alimentación adecuada, se hace más necesario que nunca abordar las situaciones de pobreza que se están presentando en nuestro país. UGT recuerda que los comedores escolares se han convertido en la única posibilidad de muchos pequeños de hacer una comida al día pero advierte de que se trata de una medida coyuntural e insuficiente que no supone ninguna solución. El sindicato considera urgente desarrollar una estrategia que permita abordar la lucha contra la pobreza y la exclusión social de forma transversal mediante una verdadera política social pública y estableciendo no sólo medidas paliativas sino también preventivas. En este sentido, defiende la instauración de una verdadera política de garantía de rentas encaminadas a eliminar la pobreza de las familias y aminorar los efectos de la pobreza y la exclusión social especialmente en los niños y mantiene que es fundamental instaurar un marco de derechos sociales y prestaciones económicas que cubran las necesidades más esenciales de las familias.

Después de una crisis tan profunda y tan prolongada en el tiempo, la sociedad tal y como la conocíamos se está desvaneciendo. El 28,6% de la población española, -1 de cada 3 personas-, viven en riesgo de pobreza o exclusión social. De hecho, se encuentran en esta situación el 18,1% de los ocupados, un porcentaje que asciende al 65% en el caso de los parados y al 12,6% en el de nuestros jubilados.

Desde el inicio de la crisis, el número de personas en riesgo de pobreza o exclusión social se ha incrementado cerca del 4%: más de un millón ochocientas mil personas. Y entre los menores de 16 años, el riesgo de pobreza se dispara en casi 5 puntos.

Un 2,6% de los hogares no tiene una alimentación adecuada, al no poder permitirse comer carne, pollo o pescado al menos cada dos días y, en el caso de los niños, el porcentaje alcanza el 3,2%. Además, un 10,6% de hogares no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada (algo que afecta al 11,3%, en los menores de 16 años).

Las niñas y niños son los grandes afectados, sufren una situación frente a la que se deben tomar medidas de emergencia. No podemos permitir que haya menores en nuestro país que no tengan una alimentación adecuada y, precisamente ahora que se acercan las vacaciones escolares y que a muchas niñas y niños no se les va a asegurar un plato al día de comida, UGT quiere hacer una llamada de atención ante esta situación.

Los comedores escolares se han convertido en la única alternativa de muchos niños en nuestro país de poder hacer una comida al día. Una medida coyuntural que no es ninguna solución.

Los comedores escolares han pasado de ser una medida de socialización y apoyo a la conciliación de la vida personal y familiar, a constituirse como la única alternativa para que los pequeños realicen una comida diaria. En algunos territorios estos programas no abarcan a todo el alumnado, estableciéndose un rango de edades, generalmente para la etapa de educación primaria, y en consecuencia, dándose casos de niños y hermanos que no pueden realizar esa comida al día.

En el caso de los comedores de verano, el acceso es limitado ya que se suele agrupar a los alumnos en un solo colegio lo que conlleva en muchos casos largos desplazamientos a los niños, sobre todo en el ámbito rural, sin que se habilite un transporte escolar.

Incluso existe un riesgo de estigmatización en el caso que el entorno del niño detecte que está adscrito a este tipo de programas, fundamentalmente en el periodo vacacional escolar.

UGT considera que garantizar la alimentación infantil a través de los comedores escolares, es sólo una medida de emergencia, una medida puntual pero clarísimamente insuficiente.

Podemos definir la pobreza, en este caso la infantil, de distintas formas y con distintos apellidos pero no nos engañemos, los niños no son ricos o pobres, los pobres o ricos son sus padres y madres que no disponen de recursos suficientes para poder vivir en condiciones mínimas.

En el momento actual, se hace más necesario que nunca abordar las situaciones de pobreza que se están presentando en nuestro país; necesitamos desarrollar una estrategia que permita abordar la lucha contra la pobreza y la exclusión social de forma transversal. Una Estrategia que acometa ayudas eficaces para las familias que puedan mitigar los efectos de la falta de ingresos en la infancia, mediante una verdadera política social pública y estableciendo no sólo medidas paliativas sino también preventivas y transversales a todas las instituciones y niveles administrativos.

UGT considera que el contenido imprescindible en el desarrollo de una Estrategia de Lucha contra la pobreza debe abordar:

  • Eliminar con carácter inmediato la pobreza que está afectando especialmente y con más dureza a los niños y niñas, desarrollando acciones para que, al menos, se cubran las necesidades más básicas asegurando que reciben alimentación diaria, educación y sanidad.
  • Establecer medidas puntuales dirigidas específicamente a atenuar el impacto social negativo en los grupos más vulnerables y mitigar las consecuencias de la crisis en el momento actual garantizando el acceso a derechos fundamentales como la educación de calidad, la protección universal de la salud o la protección de la vivienda evitando su pérdida.
  • Establecer ayudas de emergencia social concebidas bajo los criterios de suficiencia y universalidad para los ciudadanos que no tienen recursos mínimos, de tal forma que se garantice mediante ayudas directas una alimentación básica para las familias con dificultades y detectando casos de malnutrición o subnutrición infantil poniendo en marcha medidas, como puede ser un protocolo de actuación de los servicios sociales y la comunidad educativa junto con las familias.

El sindicato defiende que es más conveniente la instauración de una verdadera política de garantía de rentas, encaminadas a eliminar la pobreza de las familias, y aminorar los efectos de la pobreza y la exclusión social especialmente en los niños y recuerda que la inversión en la infancia recae casi en su totalidad en las familias mientras que los rendimientos de esta inversión repercuten en toda la sociedad.

Es fundamental instaurar un marco de derechos sociales y prestaciones económicas por ello UGT presentó en el Congreso de los Diputados la Iniciativa Legislativa Popular, para la creación de una Prestación de Ingresos Mínimos, que garantice unos ingresos adecuados a las personas que, tienen disponibilidad para trabajar pero carecen de empleo y de unos recursos económicos mínimos para sí y, en su caso, para los familiares a su cargo, asegurando unas condiciones mínimas para atender sus necesidades más esenciales.

Fuente: UGT