Es indispensable aumentar la protección frente al despido y atajar el desempleo

La reforma laboral sigue generando empleo estable y de calidad, pero el mercado laboral debe atajar problemas estructurales

Los datos de paro registrado y afiliación a la seguridad social del mes de mayo muestran una evolución positiva del mercado laboral, en línea con los resultados que tradicionalmente se obtienen para este periodo: el empleo crece y el paro cae, como ocurre siempre en este mes, probablemente el mejor del año para el empleo. 

Así, el paro registrado se reduce en 58.650 personas respecto a abril, hasta un total de 2.607.850, la cifra más baja para este mes desde 2008. Con respecto al empleo, el número de personas afiliadas se incrementa en 220.289, el mayor aumento mensual para mayo desde 2018, alcanzando el récord de 21.321.794 personas afiliadas, 506.395 más que el año anterior. Las mujeres también alcanzan su máximo histórico, superando todos los días del mes los 10 millones de mujeres afiliadas (10.105.218), lo que constituye un hito muy destacable. 

Además, un mes más, esta creación de empleo se da a la vez que se mantiene la temporalidad en niveles muy bajos del 12,8%; un porcentaje que antes de la reforma laboral era del 27,1%. Con respecto a la contratación, vuelve a destacar el gran número de contratos indefinidos firmados: de un total de 1.339.653 contratos, 576.080 son indefinidos, lo que supone un peso del 43%, casi cuatro veces más que antes de la reforma. Por su parte, la modalidad fija a tiempo completo, la más estable, supone ya el 17% del total de contratos, mientras que antes tan solo era de 6,2%. 

Por tanto, no hay duda del buen momento que está viviendo el mercado de trabajo, con unos niveles de empleo récords asentados en la contratación estable y de calidad. Una situación que está permitiendo a miles de personas trabajadoras, que anteriormente se encontraban en desempleo o contratadas bajo figuras temporales y precarias, tener un empleo indefinido. Ahora queda mejorar la protección de estas personas en sus puestos de trabajo, aumentando el coste del despido para que la indemnización realmente tenga un carácter disuasorio para la empresa y resarcitorio para la persona trabajadora, tal y como recoge la Carta Social Europea. 

A su vez, no hay que olvidar a las personas desempleadas que, a pesar de la creación de empleo, continúan sin encontrar trabajo: 4 de cada 10 llevan más de un año en desempleo y 1 de cada 4 buscan trabajo desde hace más de dos años. Un problema que evidencia la incapacidad de las actuales políticas activas de empleo para mejorar la inserción laboral de estas personas, con unos Servicios Públicos de Empleo sin los medios técnicos y, sobre todo, humanos, suficientes para ofrecer unos servicios eficaces de intermediación y orientación profesional. 

Mejorar el SEPE y las políticas Activas de Empleo 

En este sentido, UGT considera que el reciente Real Decreto que regula la Cartera Común de Servicios, que se ha realizado sin diálogo social, queda lejos de dar una solución satisfactoria al problema, pues su contenido no asegura que estos servicios se presten de manera efectiva por todas las Administraciones territoriales.  

Como aspecto positivo, hay que destacar el nuevo acuerdo alcanzado entre Sindicatos y Gobierno por la mejora de la protección asistencial de desempleo, materializado en el RD-Ley 2/2024 para la simplificación y mejora del nivel asistencial de la protección por desempleo.Esta reforma tiene por objeto fundamental alcanzar el pleno empleo, asegurando que las personas mayores de 52 años, que son los más perjudicados por el paro de larga duración, reciban una orientación laboral y un itinerario formativo a la altura de sus necesidades. Además, se simplifica y amplía el acceso y las cuantías de los subsidios y prestaciones, una cuestión muy relevante en materia de justicia social, al dirigirse a mejorar la difícil situación económica que atraviesan las personas desempleadas, donde 4 de cada 10 se encuentran en riesgo de pobreza, una circunstancia que incluso empeora a medida que se prolonga en el tiempo la escasez de recursos derivada de su situación de desempleo.
 

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Fuente: UGT