​La Secretaria de Salud Laboral y Medio Ambiente de UGT, Marisa Rufino, ha resaltado los importantes logros de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que cumple 20 años el próximo mes de noviembre, pero ha advertido que en los últimos tres años se ha producido un retroceso: ha aumentado la siniestralidad laboral y se está volviendo a considerar la prevención en relación a los costes y a los beneficios económicos de la empresa, y no centrándolo en el bienestar en el entorno laboral. 

Así, en estos tres últimos años de crisis económica y recorte de derechos sociales los accidentes se están incrementando a todos los niveles y las cifras siguen siendo escalofriantes: dos personas fallecen cada día, se producen 15 accidentes graves y más de 1.500 leves.

Rufino que ha hecho estas declaraciones durante la apertura de la jornada “20 años de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en la Federación de Servicios”, ha denunciado que desde 2009 está ocurriendo algo “preocupante”,  que nunca había sucedido: crecen más los accidentes de trabajo y las enfermedades profesionales sin baja que los que ocasionan baja.

En este sentido, Rufino ha manifestado que en “la crisis lo prioritario es el trabajo y se aceptan situaciones que en otras épocas se hubieran denunciado”.  Además, se está produciendo una infranotificación de las enfermedades profesionales por parte de algunas mutuas.  La Secretaria de Salud Laboral de UGT ha advertido también sobre otra posible perversión: hay empresas que ante un accidente leve del trabajador pueden preferir enviarle unos días a casa como si fueran vacaciones y no notificarlo de cara a no incrementar cifras de siniestralidad y así luego poder solicitar el bonus, es decir la bonificación  que tienen los empresarios que reducen la siniestralidad e invierten en prevención. 

Rufino  que ha destacado la importancia de mejorar la Ley de Prevención de Riesgos Laborales en el marco de los convenios colectivos, tal y como recomienda el III AENC, ha afirmado que el desarrollo normativo de esta Ley ha permitido consolidar la prevención de riesgos laborales como un derecho social fundamental. 

Ha señalado que hay que fijarse en aquellos aspectos que puedan ser mejorados y generar políticas que permitan reducir las cifras de siniestralidad y que permitan aflorar o hacer visibles las enfermedades profesionales, “el peor mal que tenemos en este siglo”.