En 2018, los salarios deben subir más que los precios

Fecha: 09 Mar 2018

  • ​España crece por cuarto año consecutivo a un ritmo superior al 3%, pero en 2017 los salarios perdieron 1,6 puntos porcentuales de poder de compra. Por contra, las empresas superan ya los beneficios de antes de la crisis.
  • Es el tercer país de la UE con mayor porcentaje de trabajadores pobres (14,1%) y este aumento se ha producido, sobre todo, desde la reforma laboral de 2012, que ha disparado la precariedad del empleo y la devaluación de salarios.
  • UGT califica esta situación de insostenible y apuesta en 2018 porque todos los salarios recuperen poder adquisitivo, especialmente los más bajos. En este sentido, y en el marco de la campaña #Pontea1000 defenderá salarios mínimos de convenio de 1.000 euros mensuales.

El Índice del Coste Laboral Armonizado (ICLA) es una estadística que elabora el INE con el objetivo de poder comparar la evolución de los costes laborales y salariales en los países de la Unión Europea. Y es otra estadística oficial más que muestra la caída del poder de compra de los salarios en 2017.

Según esta estadística, los costes laborales por hora efectivamente trabajada en el cuarto trimestre del año, una vez corregidos de las variaciones estacionales y de calendario (que distorsionan las comparaciones), aumentaron un 1,2% respecto del mismo trimestre del año anterior, y los costes estrictamente salariales lo hicieron un 1%. Son las tasas más elevadas desde el cuarto trimestre de 2015. Sin embargo, suponen un dato puntual en el contexto de una tendencia que refleja la práctica congelación de los aumentos salariales.

Así, el aumento medio de los costes laborales en 2017 (la media de las variaciones registradas en los cuatro trimestres del año) ha sido del 0,5%, y la de los costes estrictamente salariales, del 0,4%. Esto supone que, en el conjunto de 2017, los salarios perdieron 1,6 puntos porcentuales de poder de compra, puesto que el IPC aumentó en este mismo año un 2%.

Es decir, que mientras la economía lleva creciendo cuatro años a un ritmo superior al 3% (en 2017, un 3,1%) y las empresas aumentan sus beneficios por encima de los niveles existentes antes de la crisis, los salarios caen en términos reales. Aumenta la producción y las ganancias de las empresas, pero los trabajadores y las trabajadoras pierden capacidad adquisitiva. Esta es una situación insostenible, que en 2018 debe cambiar.

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La pérdida de poder de compra de los salarios es una característica de nuestro mercado laboral, y va unida a la extensión de la precariedad en el empleo y al aumento de los niveles de pobreza y desigualdad en nuestro país, una situación sobre la que ha llamado la atención recientemente la Comisión Europea en un informe. No es casualidad que España sea es el tercer país de la Unión Europea con mayor porcentaje de trabajadores pobres (14,1%), solo por detrás de Rumanía y Grecia. Y que este aumento se haya producido especialmente desde la aprobación de la reforma laboral de 2012, que cumplió seis años de vigencia el pasado mes, y que tan solo ha servido para desequilibrar la negociación colectiva en favor de los empresarios, para aumentar la precariedad laboral y para hundir los salarios, impulsando un modelo de crecimiento ineficiente, insostenible económica y socialmente, y profundamente injusto.

Por todo ello, UGT reclama que en 2018 los salarios crezcan nítidamente por encima de los precios, para que ganen poder de compra, y que los salarios más bajos crezcan más, introduciendo en todos los convenios un mínimo salarial de, al menos, 1.000 euros mensuales.

Fuente: UGT