"El trabajo, que constituye el principal factor de socialización y generador de derechos, se está negando a las trabajadoras y trabajadores con SIDA", ha manifestado la Secretaria Confederal Adela Carrió. En la apertura del X Congreso de CESIDA ha recalcado que el VIH debe volver a la agenda política del gobierno siendo fundamental destinar recursos económicos para la implementación de medidas y actuaciones para combatir la discriminación por esta enfermedad y la inmediata derogación de las reformas laborales.

Ha reinvindicado la aplicación de la Recomendación núm. 200, de la OIT sobre el VIH y el SIDA y el mundo del trabajo 2010, de tal forma que el gobierno asuma como principio fundamental la lucha contra la discriminación en el empleo, el trato en condiciones de igualdad con independencia de su estado serológico y/o de enfermedad, la no exigencia legal a ningún trabajador o trabajadora al sometimiento de una prueba de detección del VIH ni a revelar su estado serológico.

Carrió ha señalado que UGT continúa trabajando por conseguir la equidad laboral, ya que sin ella no hay igualdad laboral, todos con derecho a acceder a un puesto de trabajo y al mantenimiento del mismo."No podemos permitir que las características personales o sociales de los trabajadores sean un impedimento para acceder al empleo", ha señalado.

Por ello, es fundamental incluir cláusulas a través de la negociación colectiva que establezcan garantías para que las personas con enfermedades relacionadas con el VIH puedan permanecer en su puesto de trabajo, estableciéndose para ello los ajustes razonables necesarios mientras sus condiciones de salud les permitan seguir trabajando, y que disuadan de la realización de cualquier prueba o cuestionario para la detección del VIH; que aseguren que las ausencias temporales del trabajo motivadas por enfermedades relacionadas con el VIH o el SIDA no pueden constituir causa de despido, especialmente cuando se encuentren justificadas por una baja médica; el derecho a recibir tratamiento y a adaptar horarios y puestos de trabajo.

La Secretaria Confederal ha manifestado de manera "clara y firme, el estado serológico de las trabajadoras y los trabajadores no debe ser un motivo de discriminación que impida la contratación, la permanencia en el empleo o el logro de la igualdad de oportunidades.