El proyecto europeo debe garantizar un nivel de vida digno para las personas trabajadoras
Fecha: 28 Jun 2021
Jesús Gallego interviene en la Conferencia de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) sobre el futuro de Europa
El Secretario de Relaciones Internacionales de UGT, Jesús Gallego, ha afirmado que “el proyecto europeo tiene que mejorar las condiciones de vida de las personas trabajadoras en Europa, con un crecimiento y consolidación de la democracia y la justicia, y un impulso social y económico y de la paz en el mundo”.
Jesús Gallego ha realizado estas declaraciones durante su intervención en la Conferencia de la Confederación Europea de Sindicatos (CES) sobre el futuro de Europa, donde ha señalado que “el protocolo de progreso social y el Pilar europeo de derechos sociales tienen que ser incorporados al Tratado Fundamental de la Unión Europea. Es el momento de hacerlo y, así, mejorar las vidas de las personas que más ha perdido en los últimos años”.
Para ello, ha reclamado la participación de los sindicatos en esta configuración. “Garantizar la participación sindical en el debate es garantizar el éxito del europeísmo. Esta conferencia debe reforzar no solo la dimensión social de la UE como una economía social y de mercado, sino también el propio proyecto político de Europa”.
Un proyecto que debe contar con la participación de los sindicatos
El Secretario de Relaciones Internacionales de UGT ha considerado que, en los últimos años, “el proyecto europeo, que ha sido y sigue siendo el mayor periodo de paz, estabilidad y crecimiento político, social, económico y democrático en el mundo, está siendo cuestionado por la ultraderecha y por fuerzas antieuropeas, por lo que esta conferencia no puede ser una mera declaración en favor de la población comunitaria, sino que tiene que ser un claro plan de acción”.
Un plan que cuente con las organizaciones sindicales. “Ninguna organización en Europa cuenta, ni de cerca, con el número de afiliadas y afiliados que tiene la CES. Ninguna organización política, social, económica, deportiva, cultural o religiosa agrupa a un número tan alto de personas que, de manera voluntaria, eligen organizarse para ser representados y actuar de manera conjunta en la gobernanza de la UE. No hay un ningún grupo tan sólido y cohesionado. No hay tampoco un grupo tan plural y diverso. Sin embargo, este papel ha sido y es cuestionado y ninguneado, bien de forma legal, con leyes que dinamitan y limitan el papel de las organizaciones sindicales, bien de manera práctica, limitando su participación”.
En este sentido, ha afirmado que “no se puede contraponer a las organizaciones sindicales contra la sociedad civil, ni disminuir ni diluir el papel de las primeras entre las segundas. Los sindicatos tenemos reconocido nuestro papel, tanto legal como históricamente. La CES fue fundada, y desde su fundación ha trabajado para reforzar la UE”.
Por ello, ha señalado que “limitar nuestro trabajo en el diseño del futuro de la UE es laminar a uno de los mayores defensores que la UE tiene y puede tener. Si el nacimiento y crecimiento de Europa estuvo marcado por la alianza con las organizaciones sindicales, su futuro necesariamente tiene que estar igualmente construido sobre esta base”.