El nuevo AENC debe enmarcarse en un crecimiento real de los salarios

Fecha: 13 Nov 2014

UGT y CCOO han enviado una circular a sus organizaciones informando sobre el estado de las negociaciones para el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva, en la que demandan mayores esfuerzos a CEOE y CEPYME para impulsar estas negociaciones y cerrar de manera definitiva el nuevo AENC, cuya vigencia finaliza este 2014. Para las organizaciones sindicales, la situación de las negociaciones se encuentra, con carácter general, en una fase avanzada pero aún existen discrepancias en algunas materias, como es el caso de los criterios en materia salarial. En este sentido, UGT y CCOO demandan un crecimiento real de los salarios como epicentro de este nuevo acuerdo, con el fin de reactivar así el consumo y la inversión y encaminar la recuperación real de la economía y el empleo. 

UGT y CCOO han enviado una circular a sus Federaciones Estatales y Uniones de Comunidad Autónoma informando sobre el estado de las negociaciones con CEOE y CEPYME para el nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva (AENC), en la que demandan un mayor esfuerzo y compromiso a las organizaciones empresariales con el objetivo de cerrar de manera definitiva el nuevo acuerdo que sustituya al firmado en 2012 y cuya vigencia finaliza este año 2014.

Ambas organizaciones consideran que la situación de las negociaciones se encuentra, de manera general, en una fase avanzada pero existen algunos puntos con fuertes discrepancias, como es el caso de los criterios en materia salarial.

De esta manera, el análisis sobre la situación de la economía, el mercado laboral y las rentas y la parte del contenido del acuerdo presenta avances muy notables que ofrecen buenas perspectivas de lograr un texto final consensuado.

En este sentido, y entre otras cuestiones, UGT y CCOO comparten con las organizaciones empresariales el objetivo de mantener y recuperar el empleo de calidad basado, mayormente, en la contratación indefinida, ya que se constata el uso excesivo de la contratación temporal y se denuncian los riesgos de que ésta sea el cauce para recuperar el empleo. En cuanto al tiempo parcial, los interlocutores sociales coinciden en garantizar la voluntariedad del trabajador de acogerse a esta opción y el respeto al derecho a conciliar la vida laboral con la vida personal, aunque la parte empresarial insiste en el papel de la negociación colectiva para ampliar las horas complementarias. 

En relación a los jóvenes, se comparte la apuesta por la contratación laboral en lugar de las prácticas y se incide en que su contratación debe fomentarse sobre los contratos formativos y su posterior transformación en indefinidos, y los mecanismos a utilizar deben ser la formación dual y la garantía juvenil.

Además, las organizaciones sindicales continúan apostando por los mecanismos de flexibilidad interna negociada frente a la flexibilidad externa y coinciden con CEOE y CEPYME en el papel prevalente de los convenios sectoriales frente a los de empresa, apostando por mecanismos que eviten los bloqueos en la negociación y preserven la vigencia de los convenios.

En cuanto a los criterios en materia salarial, UGT y CCOO demandan la necesidad de que los salarios deben ganar poder de compra en esta nueva etapa para reactivar la economía y el empleo. Para ello, los incrementos salariales deben tener en cuenta la previsión de inflación, definida por el IPC general, y la productividad, fijando una cláusula de garantía salarial para cuando la inflación real supere a la prevista.

En este punto, la visión de CEOE y CEPYME se encuentra muy alejada de los planteamientos sindicales, ya que pretenden continuar con la extrema moderación salarial pactada en el anterior acuerdo, con incrementos referenciados en la variación del PIB y del empleo y con una cláusula de revisión referenciada en el objetivo de inflación del BCE, lo que supone, en la práctica, su inoperatividad. 

Para las organizaciones sindicales, este posicionamiento supone un modelo de determinación salarial insólito, con escasa racionalidad económica e incoherente con el diagnóstico compartido de la situación económica y del empleo actual. 

UGT y CCOO demandan que el nuevo acuerdo gire en torno a una apuesta decidida por el crecimiento de los salarios. La etapa de devaluación salarial no ha traído consigo mejoras en la economía y el empleo, sino que ha profundizado en el recorte de derechos para los trabajadores, en el aumento de los niveles de pobreza y en el estancamiento del consumo y la inversión.

Por ello, resulta imprescindible un mayor crecimiento de los salarios para que, junto con el aumento de las inversiones, reactiven la economía y el empleo y consigamos así encaminar la recuperación de manera real.​

Fuente: UGT