El informe de la OIT avala las apreciaciones de UGT de que no es posible mantener un mercado laboral basado en la precariedad
Fecha: 13 Ene 2017
El informe "Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo", elaborado por la Organización Internacional del Trabajo, coincide con la Unión General de Trabajadores al alertar sobre la precariedad del empleo en España y su relación con el elevado riesgo de trabajar en la pobreza en nuestro país.
La OIT espera una desaceleración en el crecimiento del PIB en Europa debido a la existencia de factores negativos como la subida de los precios del petróleo y de la energía o la pérdida de peso de Europa en el comercio internacional y el Brexit.
Para España, la situación se agrava por la excesiva dependencia energética y la escasa transformación de un modelo productivo. Además, los 5.500 millones de ajuste comprometidos con la Comisión Europea para reducir el déficit público, el elevado nivel de deuda pública y unos PGE a día de hoy prorrogados, provocarán una moderación de la tasa de crecimiento que, para la OIT, alcanzará en 2017 un 2,2%.
Como consecuencia, el ritmo de descenso del paro será lento, incrementándose el paro de larga duración (en España, el 42% de los desempleados) y el riesgo de avance del desempleo estructural, así como la persistencia de desempleo entre los jóvenes. En este sentido, la falta de políticas de empleo y de protección, y en especial el escaso desarrollo del Plan de Garantía Juvenil, empeoran las perspectivas para 2017.
Más empleo pero precario
A pesar de ello, el informe de la OIT prevé que España se encuentre en 2017 entre los pocos países donde se espera reducción significativa del desempleo debido, en buena medida, tanto a la reducción de la población activa como a la proliferación de empleos precarios.
Para elevar la creación de empleo de calidad, necesitaríamos combatir los empleos vulnerables (externalización de servicios y empresas multiservicios), agravados por las condiciones flexibilizadoras de las reformas laborales, que han elevado la inseguridad de los trabajadores, y mejorar la tasa de cobertura del desempleo. Es evidente que las políticas de empleo del gobierno no están siendo efectivas y que los salarios pactados en convenio colectivo para 2017 deberían crecer para que recuperen y mejoren sustancialmente su poder de compra.
De ahí que consideremos que el crecimiento del empleo será inferior al necesario y se verá impulsado únicamente por la extensión de la contratación temporal y a tiempo parcial de carácter involuntario, hecho que denuncia el informe de la OIT, que asegura que España es el segundo país de la Unión Europea con mayor porcentaje de este tipo de contratación. De hecho, la parcialidad involuntaria amenaza con consolidarse como un elemento estructural más de nuestro mercado de trabajo, pues se sitúa ya en el 61,3%.
El informe destaca que entre los años 2008 y 2015, en España, se ha incrementado el porcentaje del empleo parcial en más de 4 puntos por encima de la EU, alcanzando el 15,7% del total del empleo en nuestro país y, en cuanto al trabajo temporal, sigue siendo preocupante, pues continúa por encima del 20%, casi seis puntos superior a la media de la Unión Europea.
Precariedad y pobreza
El documento también llama la atención sobre la relación entre la precariedad en el empleo y la pobreza y viene a confirmar la preocupante situación del mercado de trabajo en España, no solo por el alto nivel de desempleo existente, sino por la elevada precariedad del empleo, que se puede observar en prácticamente todos los indicadores de referencia sobre la materia: temporalidad, tiempo parcial involuntario, subempleo, bajos salarios, desigualdad salarial y, en definitiva, inseguridad.
El mercado laboral en España es uno de los más inestables y precarios de la Unión Europea, y ello se debe a situaciones ya existentes desde hace décadas, como la permanente vulneración de la regulación laboral en materia de contratación por parte de muchas empresas y la existencia de un modelo productivo que prima las actividades de escasa productividad. Cuestiones que se han agravado enormemente con el impacto de las últimas reformas laborales en nuestro país que han terminado por desquiciar las relaciones laborales en España, contribuyendo a generar graves situaciones de pobreza, desigualdad y exclusión social.
Por todo ello, UGT propone un cambio tanto en las políticas económicas desarrolladas como en las políticas de empleo, que pongan el acento en la construcción de un nuevo modelo de crecimiento, más equilibrado y sostenible, y en la generación de más y mejor empleo, más estable y con mejores salarios, que permita, junto con el desarrollo de las políticas esenciales del estado de bienestar, el aumento de la calidad de vida de toda la población y no solo de una minoría privilegiada, como viene sucediendo desde 2009.