​En el año 2013, el Gobierno del Partido Popular decidió, de manera unilateral, modificar la Ley de Ordenación del Transporte Terrestre (LOTT) con el objetivo de que las plataformas digitales que operan como facilitadores de servicios de transporte –limitadas hasta entonces en su actividad por un marco normativo coherente con la naturaleza de su actividad de intermediación– pudieran ser consideradas, legalmente, empresas de transporte urbano con un amplio margen de actividad, funciones y actuación en unas condiciones ventajosas respecto al resto de operadores, como es el caso del taxi, distorsionando así el equilibrio del sector.

Desde entonces hasta hoy, la Administración pública ha llevado a cabo una paulatina y discreta adecuación de la norma para buscar acomodo a estos nuevos modelos de empresa surgidos al calor de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, si bien son legítimas desde un punto de vista empresarial, no lo son tanto cuando se desenvuelven en una economía no reglada –mal llamada economía colaborativa– que precariza el empleo que supuestamente generan y destruyen puestos de trabajo vinculados al resto de servicios de transporte urbano con los que operan en competencia desleal.

La proliferación de licencias VTC (arrendamiento de vehículos con conductor) para este tipo de plataformas –aprobadas por resolución judicial, a pesar de que algunas comunidades las habían paralizado– viene a profundizar el problema que Uniatramc-UGT llevan tiempo denunciando: está dotándose a estas plataformas de instrumentos normativos y operativos para que ejerzan una actividad que invade las competencias del sector del taxi, poniendo en grave riesgo la viabilidad de más de 70.000 empresas del taxi y cerca de 130.000 puestos de trabajo (autónomos y asalariados) en todo el territorio nacional.

Uniatramc y UGT se suman al paro general, convocado para el próximo 29 de noviembre, en defensa del sector del taxi y a las distintas manifestaciones territoriales que tendrán como epicentro la que discurrirá en la ciudad de Madrid (entre Atocha y la Plaza de Neptuno).