El Estatuto de los Trabajadores ha quedado desvirtuado por las reformas laborales
Fecha: 10 Mar 2020
La negociación de un nuevo ET pasa por recuperar el equilibrio en las relaciones laborales
► El Estatuto de los Trabajadores (ET) que hoy cumple 40 años, ha sufrido distintas contrarreformas por las políticas laborales y económicas que se han ido adoptando, que han supuesto un deterioro continuo de los derechos de los trabajadores y trabajadoras.
► Especialmente grave ha sido la reforma laboral de 2012, la guinda a un modelo económico que prima el interés económico de las empresas a todo lo demás y que ha debilitado la negociación colectiva, el derecho de trabajo y la protección social.
► Por eso, antes de afrontar la necesaria negociación de un nuevo Estatuto de los Trabajadores, que afronte los nuevos retos del trabajo es necesario reparar el actual y recuperar el equilibrio de las relaciones laborales, lo que requiere derogar las dos últimas normativas, en especial, la reforma laboral de 2012.
El Estatuto de los Trabajadores ha sufrido distintos descalabros por las políticas económicas y laborales que se han ido solapando, a través de distintas normativas. El resultado es un mercado laboral enfermo, improductivo y desigual, en el que se ha producido una merma continua de los derechos laborales y sociales.
Una merma de derechos que se ha potenciado bajo la excusa de la crisis económica de 2008. Se han impuesto políticas de austeridad y de recorte a ultranza, que han erosionado el modelo social europeo, un modelo basado en el reparto justo de la riqueza.
El máximo exponente en España de esta erosión de derechos en el ámbito laboral ha sido la reforma de 2012, impuesta por el Gobierno del Partido Popular. Una reforma por la que se ha aumentado el poder unilateral del empresario y se ha facilitado los despidos por parte de las empresas. Una reforma que, ningún otro país de la UE, se ha atrevido a poner en práctica. La utilización fraudulenta de los contratos temporales, la devaluación salarial salvaje, la degradación de las regulaciones de los diferentes tipos de despidos, la equivalencia a la baja de los contratos indefinidos y los temporales, el incremento de falsos autónomos, o becarios o la deficiente regulación de las subcontratas, son muestras de un mercado laboral enfermo. Por eso, cambiar esta situación es básico y urgente.
UGT considera fundamental primero sanar el actual ET, maltratado por las sucesivas normativas laborales y políticas neoliberales contraproducentes e injustas (hay que liminar ya los aspectos más lesivos de éstas), y a partir de ahí negociar un nuevo Estatuto que haga frente a los actuales y futuros retos del trabajo. La lucha contra el cambio climático, los efectos de la digitalización, los desafíos sociales son cuestiones que exigen acuerdos consensuados, duraderos y justos, para lo que es preciso la máxima responsabilidad por parte de todos.
El sindicato recuerda que actualizar el ET requiere, además, la transposición de todas las directivas, convenios, sentencias, y programas de la UE, el Consejo de Europa, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y de Naciones Unidas (algunas de ellas ya han sido anunciadas como los Convenios de la OIT sobre el trabajo doméstico y la violencia y acoso en el trabajo) y poner en marcha el Pilar Europeo de Derechos Sociales, basado en principios como la igualdad de oportunidades y empleos dignos y con derechos.
Artículo de Nicolás Redondo y Pepe Álvarez en El País