El BCE sigue bajando los tipos y sitúa la tasa de referencia en el 2,75%
La bajada de la inflación está permitiendo una relajación en la política monetaria beneficiosa para la economía
Fecha: 30 Ene 2025

El Banco Central Europeo (BCE) sigue con la senda de descenso de los tipos de interés hasta bajar de la barrera del 3%. El tipo de interés de referencia, el de la facilidad de depósito, baja 0,25 puntos y se sitúa en el 2,75%. Por su parte, el tipo de interés de las principales operaciones de financiación se establece en el 2,90%. Esta decisión atiende a unos datos de inflación más controlados, que en diciembre se llegaron a situar en el 2,4% para la zona euro si se compara con el mismo mes del año anterior, un dato bastante cercano al objetivo del 2% establecido por el propio BCE.
El escaso crecimiento que presentaron las economías europeas en el último año (0,7% para la eurozona) parece estar detrás de esta decisión del organismo que preside Lagarde, y que la hace diferenciarse de la estrategia de la Reserva Federal estadounidense de mantenimiento de tipos, con unas cifras de crecimiento del PIB mejor consolidadas.
Además, el impacto negativo de mantener tipos de interés elevados (la propia Lagarde sitúa el umbral óptimo entre el 1,75 y el 2,5%) ha sido demostrado por diversos estudios científicos, tanto para la economía en su conjunto como para las familias más vulnerables. En particular, en la etapa más reciente, la subida de tipos fue ineficaz para moderar la inflación, puesto que no atajó una de las causas principales del aumento de la misma, que fue el incremento de los márgenes empresariales. Las empresas trasladaron el aumento de los costes de producción (los cuáles provenían principalmente de los productos energéticos) a los precios de venta, elevando así la espiral inflacionista. Mientras, las familias tenedoras de préstamos a tipo variable veían como sus costes hipotecarios seguían creciendo y sus ingresos disponibles disminuyendo.
Por tanto, la continuación en la desescalada de tipos del BCE es positiva y responde a las necesidades de las economías europeas, las cuales necesitan de un impulso inversor para no quedar rezagadas en términos de crecimiento en comparación con las principales potencias mundiales. Además, esto cobra más sentido aún en un contexto en el que las transiciones verde y digital ganan protagonismo y necesitan ser abordadas de manera urgente. En el caso de nuestro país, aunque su situación económica es mucho mejor que la de la mayoría de sus socios de la eurozona y se sitúa a la cabeza en crecimiento, la medida es también positiva, puesto que favorecerá las mencionadas inversiones estratégicas y aliviará la carga de intereses (sobre todo hipotecarios) que soportan los hogares españoles, muy castigados en los últimos años.