El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido en la reunión del Consejo de gobierno de este 12 de diciembre bajar los tipos de interés en 0,25 puntos porcentuales hasta situar el tipo de interés general en el 3,15%, y el tipo para la facilidad de depósito en el 3%. Continua la desescalada desde que se anunciara la primera bajada de tipos en junio. Este anuncio se esperaba por los mercados y responde a las necesidades de una economía europea aún estancada.

El Euribor, el tipo de interés promedio que sirve como referencia para las hipotecas, llegó a situarse en el 4,1% en septiembre del 2023. Desde entonces, ha seguido una tendencia a la baja hasta situarse en el 2,5% en noviembre de este año. Para una hipoteca típica en España a tipo variable, este descenso se ha traducido en una rebaja de unos 110 euros al mes. Se espera que este nuevo anuncio siga afectando a la baja al Euribor y con ello aliviando la carga de intereses que soporta la ciudadanía, que dañó de manera muy importante su capacidad de compra desde 2022.

 Además, el efecto de la bajada de tipos no sólo se espera que repercuta en las familias, sino que deberá conducir hacia un escenario de mayores flujos de financiación, trasladándose positivamente hacia una mayor inversión y un mayor consumo, algo de lo que adolecen las principales economías europeas como Alemania y Francia en estos momentos en los que su actividad permanece estancada. Ambas economías presentaron un crecimiento económico intertrimestral del 0,2% y del 0,4% en el tercer trimestre de 2024, muy por debajo del 0,8% que presentó la economía española, aun partiendo esta ya de una buena situación en los trimestres anteriores. 

De hecho, la revista The Economist ha situado a la economía española como la que mejor desempeño ha tenido en el último año de todas las integradas en la OCDE, lo que supone un valioso y justo reconocimiento a los resultados obtenidos por la política económica desarrollada. Entre los indicadores que se han elegido para realizar esta clasificación, además de la evolución del PIB, destacan la reducción del desempleo (cuya tasa ha caído hasta el 11,2% en el tercer trimestre del año, la más baja desde 2008, aunque aún es elevada en el contexto europeo) y de la inflación, que ha pasado de tasas superiores al 10% a mediados de 2022 a situarse alrededor del 2% en los últimos meses.

En definitiva, puede concluirse que el BCE continúa con la desescalada de los tipos de interés para responder a las necesidades de las principales economías en la UE que siguen estancadas, que es tanto como decir del conjunto del área. Sin embargo, también nuestro país puede acoger positivamente el anuncio de hoy en tanto que esta medida alivia la carga de intereses que soportan los hogares españoles, muy castigados en los últimos años, y porque facilitará la financiación de las inversiones básicas que requieren las transiciones verde y digital.