El ataque a Siria añade sufrimiento a la población civil
Fecha: 17 Abr 2018
El ataque con misiles contra Siria supone un nuevo paso en falso dentro de la extensa y cruenta guerra que, tras 7 años, ha provocado medio millón de víctimas y más de 5 millones de refugiados. El argumento de que el ataque se produce en represalia por el uso de armas químicas por parte del gobierno sirio no debe servir de pretexto para una intervención militar realizada de espaldas a la legalidad internacional, impidiendo una investigación imparcial sobre los hechos y, sobre todo, obviando la legitimidad de Naciones Unidas en cuanto a intervenciones militares internacionales se refiere.
La ofensiva liderada por Estados Unidos no es una novedad en el escenario sirio, aunque así haya sido difundido en los principales medios de comunicación, ya que no es la primera vez que Washington interviene militarmente en Siria desde el comienzo de la guerra, al igual que continúan haciéndolo otras potencias regionales o mundiales, como Turquía, Rusia, Israel, Arabia Saudita e Irán.
En este frente la política de Trump ha sido errática criticando ya en 2013 la intervención de Obama en el conflicto y la pasada semana anunciando la retirada de 2000 efectivos de EE.UU. de la zona. Por otra parte, estremece, preocupa y sonroja escuchar al presidente de EE.UU. decir que utilizara contra el régimen sirio “misiles, bonitos, nuevos y listos”, muestra de una frivolidad tan terrible como la propia guerra que promueve con sus actos irresponsables y que ningún país, y menos aún de la Unión Europea, deberían acompañar.
La Unión General de Trabajadores considera que las actuaciones de la comunidad internacional en Siria deben situar en primer lugar a la población civil, garantizando su protección mediante la paz para evitar mayor número víctimas y el sufrimiento de la población siria, que no solo continúa padeciendo una guerra, sino también el exilio forzoso y la destrucción de cualquier posibilidad de progreso dentro de su propio país.
Por todo ello desde UGT reiteramos nuevamente nuestro apoyo a la Carta de Naciones Unidas y solicitamos a la Comunidad internacional trabajar activamente en sus organismos para conseguir un acuerdo que garantice paz y justicia para el pueblo sirio.
Igualmente, rechazamos que el gobierno de España haya dado legitimidad y apoyo implícito y táctico a intervenciones militares como la promovida por Estados Unidos, Francia y Reino Unido. El esfuerzo del gobierno de España debe orientarse a garantizar una investigación que aclare la responsabilidad en el uso de armas químicas y a promover el trabajo de la misión de investigación de Naciones Unidas en el contexto del trabajo que España debe realizar como miembro del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.