El 8-M continúa

tribunaCrisElSiglo.JPGNo nos equivocábamos cuando decíamos que el 8 de Marzo iba a marcar un antes y un después en la lucha contra la discriminación de las mujeres. La movilización ha sido un éxito, desde la huelga de dos horas por turno, que la Unión General de Trabajadores convocamos con CC OO por la mañana y que respaldaron más de seis millones de trabajadores, hasta las manifestaciones de la tarde en la que hemos participado junto con partidos políticos, colectivos sociales, feministas, pensionistas, inmigrantes, trabajadores, trabajadoras, mujeres, hombres... Todas las personas.

Esta gran movilización no se puede ignorar. Ahora la pelota está en el tejado del Gobierno de nuestro país, que no puede seguir mirando para otro lado; que tiene que responder cuanto antes, y sin excusas, a lo que masivamente le han reclamado las trabajadoras y trabajadores en sus centros de trabajo, y con el resto de la ciudadanía en la calle.

Salimos a la calle para cambiar las cosas y ahora se tienen que cambiar, sin dejar pasar un día más: reformar las leyes para acabar con la explotación laboral de las mujeres, con las brechas salariales, de oportunidades, en prestaciones sociales…; establecer a las empresas obligaciones, para que haya consecuencias si no se cumplen; un sistema educativo que promueva la igualdad y emprenda la transformación cultural que necesitamos; y atajar la violencia de género, en todas sus formas, para que todos y todas ganemos en libertad.

No podemos permitir que el Gobierno intente refugiarse en los debates sobre quienes han sido los vencedores o vencidos de la movilización, porque no los hay. Ni tampoco sucumbir a la tentación que últimamente se estila entre las gentes de izquierda, de intentar excluir a una parte de esta sociedad tan relevante y legítima como somos las organizaciones sindicales, porque nos respaldan las trabajadoras y los trabajadores con su voto en elecciones democráticas dentro de las empresas, y también en la calle.

Tenemos que centrarnos en el objetivo. Que el Gobierno empiece a trabajar para poner sobre la mesa leyes contra la discriminación de las mujeres. Que los empresarios negocien y acuerden planes de igualdad en las empresas, junto a otras medidas de no discriminación y que nosotros –todos y todas– presionemos para que cumplan con sus responsabilidades.

A día de hoy, sin embargo, el Ejecutivo sigue ofreciéndonos el mismo discurso. Dice que ya ha hecho cosas, que la ley prohíbe la discriminación por razón de sexo; que la brecha salarial se soluciona en la negociación colectiva, etc. Aunque ahora añade que está negociando o incluso ultimando con los interlocutores sociales algunos aspectos como la conciliación laboral y familiar. Algo que desmiento categóricamente.

La Unión General de Trabajadores no va a permitir que se manipule con noticias falsas este debate que se ha generado y que es bueno para la sociedad porque ahora se visibiliza la discriminación y se habla de cuestiones sobre las que no se hablaba, discriminación de las mujeres, violencia de género, acoso sexual o por razón de sexo en el ámbito laboral, o la brecha salarial. Palabras que ahora forman parte del discurso de todas las personas y que hasta hace poco sólo decíamos unas pocas y unos pocos.

Para la Unión General de Trabajadores, la movilización no empezó el 8 de Marzo ni terminó ese día. Empezó mucho antes, muchos años antes –en 2018 cumplimos 130 años–, y continuaremos en ello. No pararemos hasta cambiar las cosas.

Fuente: El Siglo de Europa