Demostrado, la austeridad es veneno para el crecimiento
Fecha: 21 Sep 2016
La OCDE ha recortado hoy las previsiones de crecimiento económico de la zona euro para 2016 y 2017, reconociendo una situación de debilidad que, para UGT es el resultado de una política deliberada, que sigue vigente desde el año 2010: la estrategia de austeridad extrema, de los recortes, del aniquilamiento del estado del Bienestar y la devaluación de los salarios. Para el Sindicato, la mejora de las previsiones que se atribuyen a España por algunos organismos para 2016 son consecuencia de la relajación de la austeridad derivada de la ausencia de Gobierno y del impacto de medidas expansivas que acompañan siempre a los periodos electorales. Los datos evidencian que la austeridad es veneno para el crecimiento económico y la creación de empleo, y hacen imprescindible y urgente un cambio en la estrategia económica.
Las OCDE ha recortado las previsiones de crecimiento de la zona euro: una décima menos en 2016 (de 1,6% a 1,5%) y tres décimas menos para 2017 (de 1,7% a 1,4%).
Por encima de la valoración técnica de si se crecerá una décima arriba o abajo, lo importante de estas previsiones son dos cosas:
- 1. La economía europea no solo no despega, sino que se ralentiza y sigue mostrando grandes dudas sobre la evolución de su actividad, y por tanto, del empleo. Y eso es muy grave, porque el empleo –y más precisamente, reducir el elevado desempleo existente- debe ser la prioridad número uno de Europa: hay más de 22 millones de desempleados en los países de la zona euro; y uno de cada cuatro son españoles.
- 2. La política monetaria sigue siendo muy expansiva, y es la que está favoreciendo, con sus bajos tipos de interés, el crédito y la inversión, y por tanto la que está favoreciendo el crecimiento de la actividad. Pero su impacto está ya agotado. Sin el concurso de la política fiscal, es decir, sin más gasto público e inversión pública, Europa no crecerá más. Y no se creará más empleo.
La OCDE dice claramente que las economías desarrolladas, y en particular las europeas, se encuentran en una situación de debilidad, de “trampa del bajo crecimiento”, porque trimestre a trimestre registran crecimientos del PIB decepcionantes, que generan más desánimo.
Esta “trampa del crecimiento” es en realidad el fruto de una política deliberada, que sigue vigente en toda Europa desde 2010, que ha provocado mucho sufrimiento a la millones de ciudadanos y ciudadanas, y que muchos quieren seguir aplicando: la estrategia de la austeridad extrema, de los recortes, del aniquilamiento del estado de bienestar y de la devaluación de los salarios.
Estas políticas tienen que terminar. Y así lo exigimos las organizaciones sindicales.
No es casualidad que en España algunos organismos estén mejorando las previsiones de crecimiento del PIB para este año 2016, como por ejemplo publicó FUNCAS ayer mismo (la aumentó en una décima, del 3% al 3,1%), por encima de la previsión del Gobierno (2,9%).
Esto es así en buena parte debido a la relajación de la austeridad que se ha producido en los últimos meses, precisamente por la no existencia de gobierno (lo que impide adoptar determinadas medidas de recortes, como está pidiendo la Comisión) y por el impacto expansivo del (múltiple) período electoral vivido, que siempre implica una atenuación de la política de control del gasto público, al posponer decisiones impopulares y acelerar algunas decisiones de inversión con interés electoralista.
Lo que se pone de manifiesto es que la austeridad es veneno para el crecimiento económico y, por tanto, para la creación de empleo.
Sin embargo, las incertidumbres en Europa y en España, y la previsión de nuevos recortes para 2017, hacen que se estén rebajando las previsiones para 2017.
La conclusión debe ser la misma: es imprescindible cambiar de políticas para crecer más y reducir más el desempleo, nuestra exigencia número uno.
Por eso no basta con que tengamos un gobierno, sino que es imprescindible que ese nuevo gobierno aplique una nueva estrategia económica que ponga el acento en mejorar la vida de las personas.