​Los datos utilizados por la Unión General de Trabajadores en su “Balance de Legislatura 2011-2015” ni están manipulados ni ofrecen cifras contradictorias, como indica en su página web el diario ABC. Los datos empleados por UGT, correctamente recogidos en el informe, proceden del Instituto Nacional de Estadística (INE), a través de su Encuesta de Población Activa (EPA), tanto en el caso de las medias anuales de 2011 (calculadas por el propio INE) como de las cifras trimestrales (correspondientes a tres trimestres de 2015). Estadísticas que se pueden comprobar en la página web del INE, en el apartado de mercado laboral.

El análisis realizado (pág. 13) se basa en la comparación de la media de 2015 (los tres trimestres disponibles) con la media de 2011. Técnicamente más correcto, en la medida que el uso de los promedios anuales corresponde a un análisis más estricto de la realidad, que corrige los efectos estacionales de las cifras publicadas en los trimestres. Con ello se salva el obstáculo de la estacionalidad, que podría distorsionar la interpretación de datos al contrastar un cuarto trimestre (en este caso, de 2011) con un tercero (correspondiente al periodo de verano, aquí de 2015).

Precisamente, el informe recoge también esta comparativa en su pág. 57, entre el IV trimestre de 2011 y el III trimestre de 2015. Efectivamente, la Legislatura comenzó a finales de 2011 con 5,2 millones de desempleados (según EPA del cuarto trimestre) y una tasa de paro de 22,56% (y no del 22,65%, como publica la información). En el tercer trimestre de 2015 (y no en septiembre) los datos indican 4,8 millones de parados y una tasa de desempleo del 21,18%, pero también en la misma fuente del INE se puede comprobar que en el último trimestre de 2011 había 18.153.000 ocupados y en el tercero de 2015, 104.300 menos (18.048.700).  

Las cifras, analizadas de uno u otro modo, no son en absoluto contradictorias, como se puede comprobar, pues nos llevan a la misma conclusión: un descenso de la ocupación, menos población activa, un incremento de la temporalidad y del trabajo a tiempo parcial involuntario; unido a una extensión del paro de larga duración que ha venido acompañada de una caída vertiginosa de la tasa de cobertura de las prestaciones por desempleo. Conclusiones basadas todas ellas en fuentes de datos oficiales. Y esto sólo en lo referente al mercado de trabajo.

En definitiva, UGT analiza lo sucedido en el mercado laboral, en materia de empleo, paro y calidad del empleo, en el periodo comprendido desde 2011 hasta 2015, y no las cifras del año 2011.