​La precariedad afecta de forma transversal a la salud de las trabajadoras y trabajadores, especialmente desde la entrada en vigor de la reforma laboral y el brutal empeoramiento de las condiciones laborales, incluyendo la posibilidad de ser despedido por estar enfermo.

Rajoy recibió al colectivo de camareras de piso denominado las Kellys. Las paupérrimas condiciones de trabajo de las camareras de piso tienen su origen en la reforma laboral de 2012, y afectan a éste y a otros muchos colectivos. Hay muchas víctimas de la reforma laboral de 2012, que permite la subcontratación de actividades, y a las empresas multiservicios hacerse sus propios convenios colectivos de empresa a medida, con condiciones laborales mucho peores que los convenios de sector. A UGT le preocupan las camareras de piso –y sobre esto en particular llevamos trabajando muchos años–, y también todas y todos los demás trabajadoras y trabajadores que se ven afectados de forma transversal por una ley que debe cambiarse para todos.

La precariedad afecta, además, de forma transversal, a la salud de las trabajadoras y trabajadores, especialmente desde la entrada en vigor de la reforma laboral y el brutal empeoramiento de las condiciones laborales, incluyendo la posibilidad de ser despedido por estar enfermo.