¿Por qué es necesario impulsar el contrato relevo?

Fecha: 28 Jul 2017

​El desempleo juvenil es uno de los principales problemas de nuestro mercado de trabajo. Según la EPA del segundo trimestre de este año, el paro alcanza al 39,5% de los jóvenes menores de 25 años y aumenta en el grupo de jóvenes con edades entre 16 y 19 años y entre aquellos que buscan su primer empleo.

Es una situación a la que necesariamente tiene que hacer frente el plan de choque por el empleo que estamos negociando con el Gobierno porque estamos convencidos que el camino para luchar contra el desempleo pasa por generar nuevas oportunidades de empleo de calidad.

El sindicato ha trasladado a la mesa propuestas que han constituido experiencias muy positivas en otros países de la Unión Europea y que se han mostrado eficaces para el empleo de la población joven, como el contrato relevo; un modelo de ayuda a la formación, centrado en un plan integral de jóvenes con baja cualificación y la creación de una red de oficinas de empleo juvenil a nivel estatal con orientadores especializados para trazar un itinerario personalizado a cada joven inscrito en este plan.

La Unión General de Trabajadores ha hecho una apuesta firme y decida por el contrato relevo para reincorporar en el empleo a los jóvenes desempleados sin estudios ni cualificación. Se trata de recuperar el concepto original de este contrato; básicamente que los jóvenes aprendan de los trabajadores mayores.

Consideramos que, en la actual situación de nuestro mercado laboral, es necesario tender un puente de formación hacia el empleo y con perspectivas de futuro, de estabilidad y de calidad.

El Gobierno parece que ha valorado esta iniciativa, por lo que consideramos que debería asumirla y no dejar pasar la oportunidad, si pretende poner en marcha medidas para mejorar el plan de Garantía Juvenil y reorientar las políticas de empleo

¿Cómo puede el contrato relevo contribuir a mejorar el empleo de los jóvenes? El problema del desempleo juvenil ya no es la falta de experiencia laboral inicial, sino la bajísima formación y la carencia de las competencias profesionales que les permitan salir del paro y evitar condenarse de por vida a realizar trabajos precarios y a una alta rotación laboral. A todo ello ha contribuido un mercado de trabajo profundamente desregulado tras las reformas laborales.

Casi 600.000 desempleados menores de 30 años tienen estudios básicos (primera etapa de secundaria o inferior), según datos de la Encuesta de Población Activa.

Potenciar el contrato relevo permitiría, sin duda, dar una respuesta rápida y eficaz para mejorar las cualificaciones y competencias laborales de cientos de miles de trabajadores jóvenes que están encadenando contratos temporales (más del 70% de los jóvenes que trabajan tienen un empleo temporal) o alternando periodos de empleo precario y desempleo.

De esta forma se produciría una sustitución eficaz y eficiente en el mercado de trabajo, una transición de conocimientos de una persona a otra en la que saldrían beneficiadas los jóvenes, pero también las empresas, que verían una solución a la pérdida de ese capital humano que se jubila anticipadamente.

Por otra parte, se realiza una apuesta en firme por el empleo de calidad, a través de contratos estables y con derechos para trabajadores menores de 30 años en detrimento de la precariedad y temporalidad que existe hoy en nuestro mercado laboral.

La propuesta impulsa el contrato relevo y la jubilación parcial a través de los recursos que aporta el Fondo Social Europeo, puesto que se reduce la edad de jubilación parcial, en este caso, hasta cuatro años -de nuevo hasta los 61 años-.

El contrato relevo será indefinido y a tiempo completo para un trabajador menor de 30 años y el relevado debería dedicar, al menos el 50% de su jornada, a la formación de la persona que le va a relevar.

El Gobierno debe asumir este reto e impulsar el contrato relevo como una apuesta de futuro para mejorar la empleabilidad de los jóvenes, consolidar la experiencia y la competitividad de las empresas.

Fuente: El Economista