La propuesta de CEPYME es una trampa

Fecha: 22 Nov 2017

  • La organización empresarial pretende hacer pasar una propuesta de subida de salarios por lo que en realidad es una congelación a corto plazo y reducción en el futuro.
  • Las cotizaciones sociales que pagan las empresas son parte del salario del trabajador. Por tanto, reducir las cotizaciones a cargo de la empresa es reducir el salario del trabajador.
  • UGT exige a la patronal que deje de realizar propuestas confusas e interesadas y se siente a negociar ya un nuevo AENC que incluya una subida de los sueldos.

 

Para la Unión General de Trabajadores la necesidad de que aumenten los salarios es un imperativo cada vez más evidente. Se necesita que los sueldos crezcan de manera nítida, por encima de los precios, para que aumente la demanda, las empresas vendan más y puedan crear más empleo, se eleven los ingresos de la seguridad social, y se reduzcan las inaceptables bolsas de pobreza y la desigualdad existentes en nuestro país.

En este sentido, existe ya una amplia coincidencia. El sindicato lleva defendiéndolo desde hace años, a la vista de las nefastas consecuencias de las políticas de austeridad extrema y de la devaluación salarial aplicadas desde 2010. Pero ahora se están sumando, con intensidad creciente, los organismos internacionales más influyentes (Comisión Europea, BCE, OCDE, FMI), que precisamente años atrás fueron quienes defendieron e impulsaron esas políticas de recortes y depresión salarial. Y también la gran mayoría de analistas y expertos económicos, que alertan sobre lo insostenible y perverso de una situación en la que la actividad crece a un ritmo del 3% y los salarios siguen cayendo.

De este modo, ante la evidencia de los datos, que muestran cómo el crecimiento económico no está llegando a la mayoría de los hogares de nuestro país, subir salarios de forma nítida se ha convertido en una exigencia económica y social innegable para todo el mundo... menos para la patronal, que mantiene un discurso anclado en la etapa de crisis, demandando más recortes y negando la subida de sueldos, a pesar de que los beneficios de las empresas no dejan de aumentar. La ausencia de justificación para este comportamiento está llevando a las organizaciones empresariales a plantear medidas no solo improcedentes e injustas en la situación económica y social actual, sino inconsistentes desde un punto de vista estrictamente técnico.

La última de estas propuestas es la que ha lanzado el Presidente de CEPYME, Antonio Garamendi, planteando la posibilidad de subir salarios a cambio de reducir las cotizaciones sociales a cargo de las empresas. Se trata, hay que decirlo claro, de un dislate.

Según la propuesta, y tal y como lo recogen diversos medios, la rebaja de las cotizaciones sociales que pagan las empresas permitiría bajar los costes laborales y, por tanto, permitir la subida de salarios y ayudar a la creación de empleo. Pues bien, nada de esto puede suceder, sencillamente porque las cotizaciones sociales que pagan las empresas no son sino parte del salario del trabajador, que se conoce como "salario diferido", puesto que el trabajador lo percibirá más adelante, cuando necesite de las prestaciones que son sufragadas con los ingresos de esas cotizaciones: enfermedad, desempleo, formación o jubilación.

Dicho más claro: todas las cotizaciones, tanto las que se reflejan en la nómina del empleado ("a cargo del trabajador") como las que aporta la empresa y no constan en la nómina ("a cargo del empleador") son parte del salario total del trabajador y la trabajadora. Y además, todas ellas forman parte de lo que se conoce como coste laboral para la empresa. Por tanto, reducir el porcentaje de las cotizaciones a cargo de la empresa no es sino reducir el salario. Y aumentar el salario base y rebajar a la vez las cotizaciones supone dejar el salario igual, no aumentarlo, además de que en absoluto supone una rebaja de costes laborales, sino que permanecerán inalterados.

Para UGT, la patronal juega a la confusión de manera interesada. Pretende hacer pasar por una propuesta de subida de sueldos lo que en realidad es una propuesta de congelación a corto plazo y de reducción en el futuro, aprovechándose del actual desequilibrio en la negociación colectiva a favor de los empresarios.

El sindicato exige a la patronal que deje de realizar propuestas extemporáneas en los medios, que solo buscan confundir de manera interesada a la sociedad, y que se siente en la mesa de diálogo social para negociar las posibilidades de acordar un nuevo Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva para 2018 y los años siguientes, que incluya criterios en materia salarial que se adecúen a la actual fase de la economía y a las cuantiosas ganancias de beneficios que están obteniendo las empresas, y que en consecuencia sirvan para que las trabajadoras y los trabajadores mejoren su poder de compra de manera clara.

El sindicato considera que el aumento medio en 2018 debería situarse en torno al 3%, atendiendo siempre a la situación concreta de cada empresa o sector, e incluyendo cláusulas de garantía salarial, y sobre todo, aumentar de manera especial los salarios más bajos, para lo que proponemos introducir en los convenios colectivos salarios mínimos garantizados de al menos 1.000 euros.

Nuestra economía necesita mejores empleos y mejores salarios, y no es momento de dilaciones y propuestas trampa, sino de acometer una negociación leal, transparente y urgente. Esperamos que la patronal lo entienda y se siente a negociar bajo estas premisas de inmediato.

Fuente: UGT