La vicesecretaria general de UGT, Cristina Antoñanzas, ha iniciado su intervención en la mesa ‘Derechos humanos de las personas refugiadas ¿Dignidad e igualdad para todas? Situación en Irán y Afganistán’ afirmando que el naufragio de la pasada semana en las costas de Grecia “nos hace preguntarnos hasta qué punto en la UE la garantía del derecho a solicitar asilo y el derecho a la vida se extienden a las personas que tratan de alcanzar las fronteras exteriores de la Unión”. 

Cristina Antoñanzas ha repasado la contribución de UGT para lograr que los derechos humanos, en particular los derechos humanos laborales de las mujeres, sean una realidad en el mundo porque “si bien la Declaración Universal de Derechos Humanos habla de los derechos de todos los seres humanos, lo cierto es que su vulneración o directamente la ausencia, impacta en mayor medida en las mujeres y las niñas”.

“UGT” ha señalado “participa en el Comité de mujeres de la Confederación Sindical Internacional actualmente centrado, por un lado, en conseguir que el mayor número de países ratifiquen el Convenio 190 de la OIT sobre la violencia y el acoso y, por otra, en las políticas de los cuidados”.

“España ya ha ratificado este Convenio que establece como indispensable para acabar con la violencia y el acoso en el trabajo, pero es necesario urgir al Gobierno a que dé cumplimiento al Convenio trasladando la legislación nacional a su contenido” ha añadido.

En cuanto a las políticas de cuidados, Antoñanzas ha destacado que, para el cumplimiento del Convenio 189 de la OIT sobre trabajo decente para trabajadoras y trabajadores domésticos “quedan aspectos por regular como el control sobre las agencias de colocación, la protección contra el acoso y la violencia como ya he señalado antes, o el establecimiento de mecanismos de queja y medios eficaces y accesibles para asegurar el cumplimiento de la legislación”.

Importancia de la transposición de directivas 

Además, la vicesecretaria general de UGT ha recalcado que en el Comité de Mujeres de la Confederación Europea de Sindicatos, “seguimos los pasos de la tramitación de la propuesta de directiva para combatir la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica con gran preocupación porque entre los Estados Miembros hay partidarios de eliminar la tipificación de la violación como delito cuando este se basa únicamente en la ausencia de consentimiento por parte de la víctima, o que el acoso sexual en el trabajo solo se considere cuando este sea una conducta delictiva prevista en el código penal del país, lo que supondría no solo una involución respecto al texto original, sino que pondría de nuevo en cuestión, los derechos humanos de las mujeres, en la sociedad y en el trabajo”. 

“También seguimos de cerca la Directiva 2023/970 con medidas de trasparencia retributiva para garantizar la aplicación del principio de igualdad de retribución entre mujeres y hombres por un mismo trabajo o un trabajo de igual valor” porque “corresponde a gobiernos, instituciones, entidades y al conjunto de la sociedad no solo reivindicar su cumplimiento, sino participar en la construcción de las condiciones que garanticen su cumplimiento”.