Con la vuelta de Argentina al FMI, Macri profundiza su modelo antisocial

Fecha: 09 May 2018

​El anuncio del presidente de la República Argentina, Mauricio Macri, en el que informó ha solicitado ayuda financiera al Fondo Monetario Internacional (FMI) es, sin duda, una pésima noticia para el pueblo argentino. Aunque debido al fuerte carácter antisocial y liberal de las políticas económicas que están caracterizando al mandato de Macri el anuncio no haya generado sorpresa, la decisión implica una vuelta a la dependencia del FMI de uno de los países que más ha sufrido las recetas austericidas y liberalizadoras de su económica, de manera que, una vez más, y disfrazada de asistencia financiera, el país americano regresará a la senda de los recortes sociales y laborales para garantizar los intereses del capital financiero.

La incapacidad del gobierno de la alianza Cambiemos de mejorar el desarrollo económico del país obliga al presidente a jugar su última carta con el FMI, institución de aciago recuerdo para el pueblo argentino, que conoce perfectamente los programas de este organismo. El impresionante estallido social de finales de 2001 ante la crisis económica que se generó tras la adopción de la política económica dictada por el FMI se saldó con decenas de manifestantes asesinados y un país destrozado económica y socialmente. Curiosamente, algunos de los responsables directos del gobierno que regía el país en aquel momento ocupan prominentes puestos en el del presidente Macri.

Macri afronta su tercer año de mandato en un panorama niguérrimo en el que la agencia de calificación de riesgo Moody’s ha advertido que las empresas argentinas afrontan alto riesgo de falta de liquidez, el índice bursátil del país continúa hundiéndose alcanzando mínimos significativos y las acciones argentinas que cotizan en Estados Unidos registraron caídas aún mayores. Como única respuesta, el Presidente de la Nación Argentina alude a la herencia recibida (cuyos marcadores económicos y sociales estaban muy por encima de los que él ha conseguido en su gestión).

Traición

La petición de rescate de Macri (que ha obviado pasar por el Congreso antes de pedir el crédito, como exige la legislación argentina) supone una nueva traición a su país al anunciar brutales recortes de derechos con el fin de no tener que recurrir a un rescate al que ahora acude con los brazos abiertos y, por otro lado, confirma que muchos de los “nuevos liderazgos mundiales” que llegan al poder con promesas de regeneración social, política y económica no son más que agentes de gobierno al dictado del capital y de sus intereses. Macri no sólo ha incumplido absolutamente todas las promesas electorales que le auparon a la presidencia de la república asegurando el mantenimiento de las conquistas sociales conseguidas durante la recuperación económica que siguió a la crisis de 2001, sino que ha ido empeorando la situación económica y social del país, aumentando la deuda pública y frenando el crecimiento económico que él venía a sanear y estimular.

Es aquí también destacable la buena sintonía, afinidad ideológica y parabienes que tanto el presidente del gobierno español Mariano Rajoy y el presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, han querido mostrar con Macri en sus recientes encuentros. La alabanza de los líderes españoles al cambio de modelo económico que se estaba llevando a cabo en Argentina (entre las que se incluye la amnistía fiscal a la que se acogieron familiares del presidente y de su gabinete, la insólita defensa a ultranza de la utilización de mecanismos de evasión fiscal como sociedades offshore –es destacable el que Macri haya aparecido en varias ocasiones mencionado en los conocidos “Papeles de Panamá”, las gestiones gubernamentales para beneficiar a las empresas del presidente, su familia y amigos, el brutal endeudamiento externo, la pérdida de poder adquisitivo de la clase trabajadora, la reducción en las pensiones por jubilación, reforma laboral, y progresiva destrucción de la industria nacional), que tan conocidas pueden resultar en otras partes del mundo, han querido obviar el elevadísimo coste que para ciudadanía de aquel país están suponiendo los recortes en derechos.

Aunque las organizaciones sindicales argentinas están llevando a cabo un trabajo ejemplar defendiendo los derechos de las personas y fidelidad a su país, las recetas que se aplicarán después del rescate económico del FMI supondrán nuevas dificultades para un país que ha sufrido duramente las políticas liberales y que consiguió crecer y liberarse de ese yugo olvidando las tradicionales recetas austericidas. Por otro lado, la persecución mediática y política a la que Macri está sometiendo a líderes sindicales argentinos apuntan a la única dirección de aniquilar a la resistencia de la clase obrera a su nefasta gestión. Por todo ello, la Unión General de Trabajadores quiere expresar su solidaridad con el pueblo argentino y con sus organizaciones sindicales y sociales y reiterar su compromiso en la lucha organizada conjunta en todos los ámbitos de participación que nos hermanan. ¡Nunca más las políticas en beneficio de unos pocos!

Fuente: UGT